Centro de Día

At Aeda Centers, our Day Treatment program provides a structured and supportive environment for individuals seeking to overcome addiction while maintaining their daily responsibilities. Located in the serene setting of Coral Gables, Florida, our Day Treatment Center offers a comprehensive approach to recovery, combining evidence-based therapies with holistic activities to address all aspects of a person’s well-being.

What is Day Treatment?

Day Treatment, also known as a Partial Hospitalization Program (PHP), is designed for individuals who need intensive treatment but do not require 24/7 supervision. This program allows patients to receive the same high level of care as inpatient treatment while living at home or in a sober living environment. Participants attend the center during the day for therapy sessions, workshops, and other recovery activities, returning home in the evenings.

Who is the Day Center for? 

At Aeda Centers, our day center is specially designed to offer support to individuals who:

  • Need flexibility: Ideal for those who require treatment and therapy without taking time away from work, educational or family commitments, allowing attendance at scheduled sessions throughout the week.
  • Seek a supportive community: Patients who benefit from being in a structured environment during the day, where they can share experiences and challenges with others facing similar situations.
  • Require regular medical and psychological supervision: We offer access to ongoing professional supervision to manage any addiction-related complications and support the patient’s overall well-being.
  • Desire long-term recovery: Our focus is on providing tools and strategies to manage daily life and prevent relapse, supporting each patient on their path to a full and healthy life.

Flexibility and Support

The Day Treatment program at Aeda Centers is designed to provide flexibility for patients, allowing them to maintain their daily responsibilities such as work, school, or family obligations. Our center offers various session times to accommodate different schedules, ensuring that patients receive the care they need without disrupting their daily lives.

Day center activities

Medical care

Specialized medical services to assess and treat the physical needs of rehabilitation patients, supported by medication when necessary.

Individual psychological therapy

Personalized sessions with a psychologist to address the emotional and mental aspects of addiction.

Group therapy

Therapist-led sessions where patients share experiences and support each other in their recovery process.

Occupational therapy

Structured activities to promote practical and occupational skills that foster social and occupational reintegration.

Family therapy

Sessions involving the patient's family to strengthen relationships, address conflicts and facilitate a supportive environment in recovery.

Nutritional counseling

Specialized nutrition counseling to promote healthy eating habits that contribute to physical and emotional well-being.

Indicated physiotherapy

Physical treatments tailored to the individual needs of patients to improve their anxiety levels and physical well-being.

Urinalysis

Routine testing to monitor patient progress and detect possible relapse in substance use.

Mindfullness

Mindfulness practices that help patients develop awareness of the present moment and manage stress and anxiety.

Cognitive reeducation

Practice designed to modify patterns of thinking and behavior related to addiction, promoting positive and lasting changes.

Training and job orientation

Counseling and support for job placement and continuing education, facilitating the social and professional reintegration of patients.

Sports workshops

Physical and sports activities that promote physical, mental and emotional well-being, promoting an active and healthy lifestyle in addiction recovery.

*Free Initial Appointment

We offer a free initial consultation in which we will evaluate your specific needs and discuss the best treatment options for you and your family. In this consultation we define the treatment that best suits your needs. There are 4 types of treatments:

Want to know more?

More information about the Day Center

Table of Contents

Programa educativo-terapéutico de deshabituación, rehabilitación y reinserción social para personas con adicciones, constituido por cinco fases de intervención, con estructura y organización de comunidad terapéutica o centro de día.

La finalidad de nuestro Centro de Día consiste en facilitar un proceso de cambio integral para favorecer la autonomía personal en todos los ámbitos y su integración en la sociedad.

El proceso que lleva a cabo un paciente adicto en un Centro de Día consta, a grandes rasgos, de tres etapas:

  1. Desintoxicación: paliación del daño físico, oferta de alternativas y de recursos, e intervenciones inmediatas.
  2. Deshabituación: toma de conciencia, acercamiento a recursos específicos, intervención ante los efectos negativos tanto físicos, psíquicos y sociales.
  3. Reinserción: integración del usuario en el entramado social normalizado y mantenimiento del usuario dentro de dicho entramado, considerando que en ocasiones puede retroceder y es necesario intervenir nuevamente.

En el Método de Tratamiento Aeda, estas 3 etapas se estructuran en 6 pasos, como se detalla a continuación:

Paso 1. Análisis funcional

La llegada del paciente ante el equipo técnico puede tener orígenes diversos, sin embargo, el terapeuta que vaya a realizar el análisis funcional ha de contar con buenas habilidades interpersonales para motivar al paciente. En este caso, resulta relevante la actitud terapéutica de escucha, respeto, comprensión, seguridad y firmeza.

Este primer análisis funcional constituye un momento importante en el que se debe de considerar qué tipo de paciente vamos a atender y que cuál es su tipo de adicción. Se trata de una persona que durante mucho tiempo ha ocultado o negado su dependencia, ha intentado minimizar sus efectos o, tal vez, está indecisa y, ahora, va a entrar en un proceso de toma de conciencia de su adicción. Tal vez su familia le haya justificado en muchas de sus actuaciones, tal vez no hayan podido o sabido reconocer su problema y probablemente aparecerán nuevos obstáculos a lo largo del tratamiento. De cualquier manera, comienza un arduo camino que va a exigir lo mejor de cada profesional.

Determinemos, en primer lugar, en qué estadio se encuentra el paciente en base a su motivación para el cambio:

  • Estadio Pre-contemplativo (Pre-consciencia)

No hay conducta adictiva o la hay muy débil, tampoco la conducta y estilo de vida adictivos representan un problema, considera solamente los aspectos reforzantes y gratificantes más intensos e importantes que los negativos. No existe autocrítica ni autoevaluación. Acuden presionados y si desaparece la presión, desaparecen ellos. No se contempla, pues, seriamente el cambio, pudiendo estar en esta indecisión un cierto tiempo (aproximadamente hacia seis meses), estando a la defensiva con resistencias más o menos fuertes.

  1. Estadio contemplativo (Consciencia)

Se da cuenta de que existe un problema, dudando acerca de si dejar de consumir o reducir consumo, no ha desarrollado decisión, compromiso firme, no se ha planteado firmemente cambiar el estilo de vida siendo consciente de las consecuencias negativas de su conducta adictiva. Positivo y negativo en cuanto a planteamientos se han estabilizado. Reflexiona seriamente durante más tiempo, con muchas menos resistencias, pero todavía ambivalentes. Siguen deshojando la margarita cognitiva. Es decir, siguen su labor reflexiva, pero sin pasar a la acción práctica.

  • Estadio de acción

El paciente cambia de conductas observables y no observables, igual que sus pensamientos y condiciones ambientales. Demuestran conductualmente una disminución de conductas de consumo y de creencias y valores respecto de este mundo. Puede consolidarse un compromiso importante apareciendo fases de abstinencia y conductas más saludables.

  • Estadio de Mantenimiento (Deshabituación)

La conducta adictiva ya no se produce, se consolida el proceso rehabilitador. Conserva y consolida logros conseguidos, también estilos de vida.

  • Estadio de Rehabilitación

Se ha producido la extinción de la conducta adictiva y mantiene nuevos patrones conductuales.

  • Estadio de recaída

Se ha producido algún fallo en alguna estrategia de estabilización y mantenimiento. Es importante superar posibles sentimientos de fracaso, culpa y frustración (en el supuesto de que no haya sido consciente y planificada). Puede verse afectado el sentido de eficacia personal, autoestima. Interesa la participación y el aprendizaje de un programa de Prevención de Recaídas.

 

Una vez identificado el estadio en el que se encuentra el paciente, hemos de prestar atención al tipo de demanda que suelen realizar tanto los pacientes como sus familias:

  • Demandas caracterizadas por la urgencia y ansiedad que presionan para que un hábito crónico sea solucionado rápidamente.
  • Demanda de tratamiento basada en el miedo a que los familiares o la pareja le abandonen.
  • Demandas de tratamiento confusas puesto que el paciente no reconoce tener una adicción, le quita importancia, se encuentra ambivalente ante el consumo, culpa a los demás de su problema (actitud proyectiva), oculta los hechos que no encajan con su versión, etc.
  • Demandas de tratamiento realizadas por motivos secundarios, relacionados con la medicación, con temas judiciales o laborales, etc.

Teniendo en cuenta esto, es importante que el terapeuta sepa actuar sin aceptar imposiciones, ni urgencias, teniendo en cuenta que apresurarse implica grandes fracasos con gran probabilidad. El paciente adicto suele autoengañarse y justificarse, llegando incluso al extremo de abandonar el consumo por un cierto tiempo para demostrar su capacidad de control. Por lo tanto, las recomendaciones para que el terapeuta comience el tratamiento son las siguientes:

  • Acercarse progresivamente al objetivo de abstinencia.
  • Establecer una relación de mutuo respeto y escucha, una relación empática tanto con el paciente como con sus familiares.
  • Motivar al paciente y determinar objetivos de cambio para el tratamiento.
  • No moralizar ni juzgar durante la intervención, sino acompañarle y orientarle.
  • No emplear conceptos absolutos, sino concretos y claros. No etiquetarle.
  • Fomentar la responsabilidad con el tratamiento en el paciente respetando el contrato terapéutico.
  • Informar objetivamente del plan terapéutico.
  • Establecer el contrato terapéutico que especifica responsabilidades y exigencias de todas las partes.
  • En función de la evolución del caso se procederá al alta terapéutica o serán fijados otros criterios consensuados entre el equipo técnico y el paciente.
Instrumentos empleados durante el Análisis funcional
  1. Registro de autorización de datos. Hoja de notificación individual de admisión a tratamiento por drogodependencias perteneciente al sistema autonómico de información sobre Toxicomanías. Contempla: datos personales, sustancias consumidas, tiempos de consumo, antecedentes, motivos, plan de tratamiento, etc.
  2. Historia clínica. Valora y examina parcelas de la vida del paciente que pueden ser significativas en relación con la conducta adictiva. Destacan, entre otros puntos, los datos biográficos, socioeconómicos, los antecedentes personales y familiares, la pato-biografía, el análisis toxicológico, el análisis funcional de la conducta adictiva, la historia toxicológica y las exploraciones, etc.
Objetivos generales
  • Identificar la estructura interna del paciente (pensamientos, emociones, comportamientos, etc.), en la estructura familiar y de pareja y en lo grupal como representación de lo social.
  • Lograr una adaptación del individuo al estado de abstinencia, tanto a nivel físico como psíquico; abandonando progresivamente los hábitos asociados al consumo y sustituyéndolos por otros en dónde realmente sí tenga libertad de decisión y actuación, frutos de una nueva forma de vida más autónoma e independiente.
Objetivos específicos
  • Adquisición de una conciencia de enfermedad (dependencia)
  • Aceptación del programa terapéutico
  • Aceptación de la intervención interdisciplinar
  • Aceptación y firma de contrato terapéutico por paciente y familia
  • Inicio de un nuevo estilo de vida deteriorado por el consumo alcohólico
  • Aprendizaje de nuevas habilidades cognitivas: capacidad de observación, analítica, resolución de conflictos y toma de decisiones
  • Aprendizaje de habilidades interactivas-relacionales

Paso 2. El cambio conductual

Descripción del trabajo a nivel conductual

Resulta muy curioso el modo en que las personas reaccionamos ante ciertos estímulos que sólo son significativos para nosotros mismos. Imaginemos que caminamos por la calle y, de pronto, el peculiar sonido de una motocicleta que cruza a lo lejos nos genera una potente reacción fisiológica, alterando nuestro ritmo cardíaco, nuestra respiración, y nos hace conectar inmediatamente con un recuerdo muy personal. Lo mismo puede ocurrir al identificar un perfume entre la multitud, o al leer una palabra en un muro de la ciudad.

Efectivamente, los humanos generamos un tipo de aprendizajes, denominados asociativos y que, una vez grabados en nuestro recuerdo, se comportan de una manera muy parecida a los reflejos. Es decir, nos provocan respuestas automáticas, involuntarias, e inmediatas, y tienen un carácter eminentemente emocional. Sin embargo, no somos los únicos en crear este tipo de asociaciones. Otros animales, como los perros y los gatos, también lo hacen.

En el estudio de estos mecanismos primitivos, destacó el médico norteamericano Paul MacLean, quien fue el primero en identificar las áreas cerebrales relacionadas con la regulación de los elementos básicos para la supervivencia y los instintos básicos. Les llamó cerebro reptiliano y cerebro paleomamífero, y corresponden al tallo encefálico y al sistema límbico respectivamente. Mientras la corteza cerebral, se encarga de funciones superiores, razonamientos abstractos, cálculos matemáticos y deducciones complejas, existe un núcleo en nuestro cerebro que procesa los instintos básicos.

Por su parte, y refiriéndonos ya específicamente a aquel aprendizaje asociativo del que hablábamos al inicio, el fisiólogo ruso ganador del Premio Nobel Iván Petróvich Pávlov, designó con el término “condicionamiento clásico” al modo en el que nuestra mente es capaz de enlazar poderosamente un estímulo cualquiera a una reacción fisiológica. Para demostrarlo, acostumbró a un perro a recibir comida pocos segundos después de hacer sonar una campanilla. Posteriormente y, según cuentan por casualidad, observó que el perro comenzaba a salivar nada más escuchar el familiar sonido de la campanilla, a pesar de que en aquella ocasión no se le proporcionara alimento alguno. Y este condicionamiento se mantenía por algún tiempo.

Las implicaciones de este tipo de asociaciones son fundamentales en nuestra vida. A la hora de analizar las conductas adictivas, por ejemplo, observamos que muchas personas experimentan deseos de fumar un cigarro cuando terminan la jornada laboral. Otros asocian el consumo de cocaína a estilos musicales específicos. En otras áreas, hay quienes sienten náuseas ante el olor a gasolina porque lo vinculan a viajes interminables por carreteras de curvas. Pese a todo, gracias a la enorme plasticidad de nuestra mente, también podemos reaprender, y generar nuevas asociaciones más sanas.

Centrándonos más específicamente en nuestro tratamiento, hemos de tener en cuenta que el objetivo de la etapa conductual consiste en romper con el proceso de dependencia biopsicosocial y contemplar nuevas formas de vida interna y social sin consumo de alcohol. Puede prolongarse desde más o menos seis meses hasta el año aproximadamente, pudiendo efectuarse en régimen ambulatorio.

La psicoterapia va dirigida a lo más profundo, al núcleo de la personalidad del paciente, a que descubra que no puede continuar con la eterna ambivalencia “quiero ayuda / quiero un trago”. Resulta fundamental aclarar que no existen soluciones rápidas ni mágicas, que el trabajo terapéutico tiene su evolución, esfuerzo y coste que debe ser asumido por las distintas partes implicadas, que no hay que culpabilizar a nadie, pero sí responsabilizarse activamente de la intervención aceptando que sea el terapeuta quien la conduzca.

Han de afrontarse las resistencias y justificaciones del paciente, los chantajes, ocultamientos, aplazamientos en el mantenimiento de la abstinencia, etc.

Técnicas conductuales
  1. Técnica de programación y control de la actividad, mediante la cual se efectúan actividades prosociales (servicios comunitarios, hobbies, etc.). el proceso de control se realiza mediante inventario de Actividades.
  2. Técnica de aprendizaje de habilidades asertivas a través del entrenamiento en roles, modelado, escucha activa y asertiva, auto- verbalizaciones, etc.
  3. Técnicas de afrontamiento: se aprenden frases y pensamientos para afrontar situaciones de riesgo empleándose auto-refuerzos y técnicas de relajación como respuestas adaptativas de afrontamiento.
  4. Técnicas de resolución de problemas y toma de decisiones, que capacitan al paciente para resolver diversas situaciones difíciles por medio de la identificación clara y precisa del problema, la propuesta de nuevas alternativas para afrontarlo, la valoración de dichas alternativas en base a los pros y los contras de cada una de ellas, la elección de la estrategia óptima, su aplicación y el análisis de las consecuencias.
  5. Técnicas de manejo de ansiedad y desensibilización sistemática para lograr que ésta no bloquee las capacidades y habilidades del sujeto.
  6. Técnicas de prevención de recaídas mediante el desarrollo del autocontrol y la identificación de estímulos internos y externos (nerviosismo, ira, tensión, frustración, etc.), el aumento de la conciencia de problema, la reducción de las posibles exposiciones al consumo.
Duración aproximada

1-2 meses

Objetivo general

Tomar distancia del ambiente y la cultura que haya favorecido la conducta adictiva

Objetivos específicos
  • Limitar la exposición a estímulos asociados a la conducta adictiva
  • Fomentar hábitos de vida saludable y socialmente responsables
  • Desarrollar un sentido de pertenencia a grupo dentro de una dinámica de autoayuda
  • Implicar al núcleo familiar como coterapeuta en el proceso del paciente
Actividades para usuarios
  • Grupo de psicoterapia, 1 por semana
  • Seminario formativo-informativo/Taller, 1 por semana, con los siguientes temas, sin carácter exclusivo ni excluyente: autoayuda y confrontación, normas y responsabilidades, proceso en Aeda, comunicación, ansiedad, enfermedades infectocontagiosas, habilidades sociales
  • Sesiones individuales de proceso, mínimo 1 y tantos extraordinarios como necesite
  • Intervenciones terapéuticas específicas
  • Actividades deportivas/culturales, quincenalmente
Instrumentos psicométricos empleados
  • Europasi, a los 15-30 días de entrada a grupo
  • Test Millon, idéntica calendarización
  • Entrevista abierta, idem
  • Historia Psicosocial, Idem
  • Contrato y firma del mismo, a los 15 días de entrar a grupo
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Convivencia de “La Responsabilidad”
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana
  • Grupo de psicoterapia, una vez por semana
  • Seminarios, uno al mes (proceso en Aeda, normas y responsabilidades, comunicación, etc.)
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen
  • Contrato y firma del mismo, a los 15 días de entrar a grupo
  • Coloquios familiares, como mínimo 1, y tantos como se precisen según las necesidades
Itinerario

Una vez que el usuario finaliza el paso de Análisis funcional, accede al Paso 2: El cambio conductual, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios, actividades, así como presentarle al equipo terapéutico y a los otros usuarios.
En el ingreso, el terapeuta le entrega al usuario las normas, límites y responsabilidades de este paso.

El terapeuta del Paso 2 es responsable de presentar al usuario y a su familia al Coordinador del programa.

Contrato

Antes de pasados quince días de su incorporación, el terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico. Cuando se firma el contrato se debe autorizar el uso de datos, a través del formulario, que se adjunta al contrato.

Estudio del caso

Entre los quince y treinta primeros días desde su incorporación, se deberá realizar al usuario: el Europasi, test Millon (test validado) y la entrevista abierta. La realización es responsabilidad del terapeuta asignado en la reunión de Equipo.
Con la información recogida con estos tres instrumentos, el terapeuta asignado realiza la Historia Psicosocial, antes de pasada una semana.
El terapeuta asignado pasa los resultados del Europasi a la base de datos BioWik, antes de pasada una semana desde la realización del test.
Es responsabilidad del terapeuta del Paso 2 velar porque los Europasi y demás instrumentos estén al día, así como transmitir en la reunión de equipo los próximos usuarios a los que se les debe realizar los test.
Mensualmente, el Coordinador de Comunidad terapéutica comprueba que los Europasi y demás instrumentos están al día, reflejándose en el acta de reunión de Equipo. Los test que falten por realizar son planificados por el Coordinador, asignando responsable y plazo (que no podrá exceder de una semana).

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 2 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará un coloquio en este paso, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
Los coloquios pueden ser a propuesta del terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

Intervenciones

Cuando el terapeuta del Paso 2 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el terapeuta del Paso 2.
Dentro de las intervenciones el terapeuta del Paso 2 realizará cuantos coloquios de reflexión sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

Actividades grupales
  • Grupos de psicoterapia.
  • Seminarios / Talleres.
  • Grupos unifamiliares.
  • Salidas deportivas, culturales y lúdicas.
Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios del Paso 2 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (2 veces a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en el LIBRETA DE SEGUIMIENTO, por parte del terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de nivel o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana)
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
El terapeuta de familias o en su defecto el terapeuta del Paso 2 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).
Es responsabilidad del terapeuta del Paso 2 o del Terapeuta de Familia (según se decida en la reunión de Equipo) realizar los coloquios con la familia, dejando constancia en la Hoja de Proceso. Como mínimo deberá hacer uno en el Paso 2 y tantos como sean necesarios a propuesta del Terapeuta o petición de la familia.

Paso 3. El cambio cognitivo

 
Descripción de la terapia cognitiva

Desde la psicología cognitiva, el tratamiento de la dependencia a cualquier sustancia se apoya en una serie de estímulos y refuerzos condicionados que actúan como mediadores internos de conducta. Así, la tarea del terapeuta consiste en:

  • Fomentar y desarrollar el pensamiento lógico-racional, objetivo y adaptativo lo máximo posible, identificando ideas, creencias y estructuras de ambas, emociones y sentimientos, valores y conductas irracionales, atribuciones causales erróneas, pensamientos distorsionados, etc.
  • Abordar la intervención en base a estrategias y técnicas que permitan modificar la estructura de pensamiento y posibilitar así conductas adictivas, generando alternativas positivas, eficaces e incompatibles con situaciones de riesgo (Programa evitación de recaídas). Nuevas formas para procesar la información y analizarla.
  • Provocar cambios a través de nuevos mecanismos de pensamiento que posibiliten superar la dependencia y modificar el estilo de vida.
  • Identificar, reestructurar y modificar creencias e ideas irracionales que puedan aumentar el craving o deseo irrefrenable de consumir (“Soy un desastre, no sirvo para nada”, “Es imposible resistir, son muchas recaídas”, “Me rindo, no voy a poder, me tientan”.
  • Afrontar adaptativamente los estados de afecto desagradable (ira, ansiedad, desesperanza) con técnicas racional-emotivas.
  • Identificar estímulos y situaciones que inciten al consumo, también llamadas, situaciones de riesgo.
  • Conocer las técnicas de manejo de ansiedad, de tolerancia a la frustración, de resistencia a la presión de grupo.
  • Aprendizaje de técnicas de Control de Impulsos.

Causas de una adicción desde los modelos cognitivos

El proceso de la adicción puede desarrollarse por diferentes vías según la psicología cognitiva:

  • Refuerzos positivos del consumo: obtención de placer, euforia, desinhibición, seguridad, tranquilidad, productividad, etc.
  • Refuerzos negativos del consumo: olvidar conflictos, aliviar la ansiedad, gestionar el cansancio o el aburrimiento, gestionar desengaños, tolerar el estrés, etc.
  • Marcada impulsividad.
  • Hipersensibilidad con fuertes actitudes manipuladoras.
  • Sensibilidad especial hacia sentimientos y emociones desagradables, poca motivación para controlar la conducta, mayor importancia de la satisfacción inmediata, patrón no reflexivo.
Técnicas Cognitivas

La utilización de técnicas cognitivas nos va a permitir establecer objetivos a medio y largo plazo mediante una evaluación de las ventajas y desventajas que proporcionará la abstinencia. Posteriormente habrán de buscarse formas satisfactorias de afrontar los problemas reales y los sentimientos desagradables del paciente sin tener que volver al consumo. Para ello existen unas técnicas útiles:

a) Técnica de la discusión y análisis de los pensamientos y conductas que el paciente ha dejado en segundo plano desde que inicio el consumo: afectos, emociones y relaciones sociales que ha perdido

El paciente ha de generar opciones y soluciones. Hemos de tener en cuenta que los pensamientos adictivos, al igual que otros pensamientos irracionales, suelen ser automáticos, no conscientes y ejecutados de manera continua. Además, son resistentes al cambio porque las conexiones entre sus pensamientos sus emociones y sus sentimientos han creado un hábito. Tomar conciencia de estos patrones automatizados resulta fundamental para transformarlos por otros más adaptativos. Esto se lleva a cabo mediante un proceso que contempla 4 momentos:

  1. Se identifican las creencias irracionales del paciente mediante un registro diario de pensamientos.
  2. Se crea un estado de disonancia cognitiva en los pacientes a través de evidencias lógicas que cuestionen sus creencias irracionales. El terapeuta demuestra cómo los pensamientos negativos o creencias irracionales son disfuncionales y tienen consecuencias negativas.
  3. El terapeuta motiva al paciente a desarrollar nuevos modos de pensar, nuevas creencias más racionales que le propicien consecuencias más satisfactorias.
  4. Se ponen a prueba estas nuevas creencias aplicándolas conductualmente.

Estas 4 etapas pueden alcanzarse más fácilmente mediante las siguientes estrategias cognitivas:

  • Cuestionar la evidencia.
  • Eliminar el negativismo.
  • Convertir la adversidad en ventaja.
  • Retribución: explicaciones más precisas de los acontecimientos.
  • Paradoja/exageración: es llevar a una idea a su conclusión más absurda, más extrema.
b) Técnica de exposición imaginaria

Consiste en trata de reproducir mentalmente condiciones estimulantes que puedan producir craving y repasar con el paciente técnicas de control a cada uno de estos estímulos (formas de rechazo a ofertas de consumo, imaginar estados de ansiedad y alternativas a estos, utilizar tarjetas con instrucciones jerarquizadas e incompatibles, entrene en debatir razones para consumir y refutar estas con razones para no consumir. Practicar nuevas creencias y valores más positivos.

c) Asignarse auto-refuerzos por los logros alcanzados.
d) Exposición en vivo o imaginaria con el terapeuta a estímulos de alto riesgo
e) Entrenamiento en habilidades de posicionamiento imaginando formas de decir no al consumo.

Duración aproximada

2 meses

Objetivo general

Facilitar y promover el proceso personal de motivación para el cambio de los usuarios y usuarias.

Objetivos específicos
  • Tomar conciencia de que el problema no es sólo la adicción, sino que se sitúa en la persona y en su posibilidad de cambio.
  • Propiciar el restablecimiento de las relaciones familiares mediante hábitos de comunicación
  • Iniciar relaciones con personas que no estén vinculadas al ambiente de consumo de drogas.
  • Conocer los recursos y alternativas deportivas, lúdicas y culturales de su entorno e integrarse en aquellas que le interese.
  • Fomentar una reestructuración a nivel cognitivo.
  • Fomentar el desarrollo de las capacidades y recursos personales tales como, habilidades sociales, resolución de conflictos, control emocional, etc.
Actividades para usuarios
  • Actividades
  • Para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de nivel
  • Grupo de psicoterapia, como mínimo 3 veces por semana
  • Grupo de Encuentro, al menos una vez por semana
  • Seminario formativo-informativo/taller, una vez por semana, por ejemplo, sin carácter exclusivo ni excluyente: Proceso en Aeda, Pensamientos irracionales, autoestima I y II, Sentido de las programaciones de fin de semana, Sexo más seguro, habilidades sociales, etc.
  • Convivencias de la honestidad y de la familia
  • Anamnesis personal
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Coloquios individuales de proceso, mínimo 1 y tantos extraordinarios como necesite
  • Intervenciones terapéuticas específicas, según necesidades del usuario
  • Actividad deportiva/cultural, quincenalmente
  • Autovaloración personal y confrontación en grupo de esta (preferiblemente una semana antes de cambiar de nivel)
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, 2 veces por semana
  • Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana
  • Un Seminario, al mes (el proceso en Aeda, sentido de las programaciones de F/S, ansiedad, etc.)
  • Anamnesis familiar
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen
  • Contrato y firma del mismo, a los 5 días de entrar a grupo P3 del usuario
  • Coloquios familiares, como mínimo 2, y tantos como se precisen según las necesidades.
Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de nivel, se informa al equipo y el usuario accede al Paso 3, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el terapeuta de Paso 3 firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del Paso 3.
En la firma del contrato, el terapeuta entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Paso 3.

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 3 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará 3 coloquios en el Paso 3, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

Anamnesis personal

Al mes de estancia en el Paso 3, el terapeuta del Paso 3 le propondrá que elija al terapeuta con el que quiere realizar la anamnesis personal.
Una vez elegido el terapeuta, éste concretará con el usuario fecha y hora para realizar la anamnesis, habiendo de quedar concluida en el mes siguiente, quedando registrada en el formulario.

Intervenciones

Cuando el Terapeuta de Paso 3 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similares que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso 3 en la carpeta del usuario.
Dentro de las intervenciones el Terapeuta del Paso 3 realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

Actividades grupales
  • Grupo de psicoterapia
  • Grupo de Encuentro
  • Seminario / Taller formativo-informativo
  • Convivencias de la honestidad y de la familia
  • Grupo unifamiliar
  • Salida deportiva/cultural, una vez por semana
  • Grupo de confrontación de la Autovaloración personal.

El terapeuta del Paso 3 es responsable de proponer a la reunión de equipo las fechas de realización de las convivencias, grupos de alcohol, grupos de confrontación de autovaloración personal, así como unifamiliares y cambios de nivel.

Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios de Paso 3 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (2 veces a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de Paso o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana). Es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

Terapeuta de Paso 3 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).
En un plazo de un mes del ingreso del usuario en el Paso 3, el terapeuta de familias o en su defecto el terapeuta del Paso 3 deberá realizar la anamnesis familiar (historia familiar), con las personas de la familia de origen y con las de la familia adquirida, si la tuviese, quedando registrada en BioWik.
Es responsabilidad del Terapeuta de familias o en su defecto del terapeuta del Paso 3 velar por que las historias familiares estén al día.
Mensualmente, el Coordinador de Comunidad Terapéutica comprueba que las historias familiares están al día, reflejándose en el acta de reunión de Equipo. Las historias que falten por realizar son planificadas por el Coordinador, asignando responsable y plazo (que no podrá exceder de dos semanas).
Es responsabilidad del Terapeuta del Paso 3 o del Terapeuta de Familia (según se decida en la reunión de Equipo) realizar los coloquios con la familia, dejando constancia en la Hoja de Proceso de BioWik. Como mínimo deberá hacer dos en el Paso 3 y tantos como sean necesarios a propuesta del Terapeuta o petición de la familia.

Paso 4. El cambio afectivo-emotivo

Duración aproximada

3-4 meses

Objetivo general

Profundizar en el autoconocimiento para facilitar el crecimiento personal y la prevención de recaídas.

Objetivos específicos
  • Profundizar en la problemática histórica para determinar de qué forma sus dificultades actuales están condicionadas por sus experiencias pasadas.
  • Facilitar el manejo de estrategias específicas de prevención de recaídas.
  • Aprender a identificar, manejar y expresar adecuadamente sus sentimientos y emociones
  • Aprender a respetar las emociones y sentimientos de los demás
  • Iniciar una vivencia en valores mediante la convivencia diaria con los demás, para el establecimiento de su propia escala de valores
  • Aumentar la red social de amigos
  • Ocupar de forma adecuada y satisfactoria el tiempo libre
  • Iniciar, en caso de necesidad, una formación profesional ocupacional.
  • Normalizar la dinámica y las relaciones familiares
Actividades para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de nivel
  • Grupo de verificación, una vez por semana
  • Grupo de encuentro, al menos semanal
  • Grupo dinámico, una vez por semana
  • Grupo histórico, mínimo uno a lo largo del proceso en el Paso 4, y los que precise el usuario según valoración previa del equipo terapéutico
  • Grupo temático de alcohol
  • Seminarios formativos-informativos/Talleres, con carácter quincenal, con los siguientes temas: instrumentos terapéuticos el Paso 4, emociones y sentimientos, prevención de recaídas, valores, tiempo libre,negociación sexo más seguro, juegos emocionales, etc.
  • Convivencias de las necesidades y de la sexualidad
  • Grupo unifamiliar, uno en el nivel y tantos extraordinarios como sean necesarios
  • Autovaloración y grupo confrontación de esta, antes de pasar de nivel
  • Papel de sentimientos en la caja, tantas veces como lo precisen los usuarios
  • Intervenciones específicas, según necesidades del usuario
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana
    Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana
    Un Seminario al mes (emociones y sentimientos, comunicación, etc.).
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Contrato y firma del mismo, a los 3 días de entrar a grupo P-4 del usuario.
  • Coloquios familiares, como mínimo 2, y tantos como se precisen según las necesidades.
Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de nivel, se informa al equipo y el usuario accede al P-4, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el Terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del P-4.
En la firma del contrato, el Terapeuta le entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Nivel II de la Fase de tratamiento y deshabituación.

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 4 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará 6 coloquios en el Paso 4, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.

Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

Intervenciones

Cuando el Terapeuta de Paso 4 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso 4, en la carpeta del usuario.
Dentro de las intervenciones el Terapeuta del Paso 4 realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

Actividades grupales
  • Grupo de psicoterapia, que se registra en el formulario de Hoja de registro de proceso de BioWik.
  • Grupo de verificación, que se registra en el formulario de Hoja de registro de proceso de BioWik.
  • Grupo de encuentro.
  • Grupo dinámico.
  • Grupo histórico.
  • Grupo temático de alcohol.
  • Seminarios / Talleres formativos-informativos.
  • Convivencias de las necesidades y de la sexualidad.
  • Grupo unifamiliar.
Autovaloración y grupo confrontación de ésta (F-23 P-3)

Es responsabilidad del terapeuta del Paso 4 proponer al equipo las fechas de realización de grupos históricos, grupos de alcohol, convivencias, grupos unifamiliares, encuentros familiares/de pareja y grupos de confrontación de autovaloraciones.

Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios del Paso 4 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (1 vez a la semana). El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de nivel o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana).
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.

El Terapeuta del Paso 4 es el responsable de realizar los grupos de seguimiento con las familias y, en casos imprevistos, se asignará en la reunión de Equipo el Terapeuta encargado de realizar el seguimiento semanalmente.

El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo.

El Terapeuta del Paso 4 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).

Paso 5. Prevención de recaídas

Descripción

La inserción del paciente adicto está directamente relacionada con la adquisición de un nivel formativo y de un empleo que le permitan alcanzar la autonomía. Sin embargo, son igualmente decisivos otros aspectos del desarrollo personal tales como el buen uso de las actividades de ocio o de tiempo libre, así como sus habilidades para relacionarse con grupos de iguales alejados del consumo de sustancias psicoactivas.
A nivel educativo, encontramos la formación inicial y reglada, la formación ocupacional y la formación continua. Todas ellas requieren de metodologías propias y adecuadas a las características idiosincráticas del paciente.

Los principales objetivos de esta etapa son:

  • Mejorar la capacidad de inserción del paciente.
  • Coordinar los programas de inserción del propio tratamiento con los de otros servicios externos (trabajo en red).
  • Evitar la discriminación (inclusión).
  • Adaptar las metodologías al paciente de forma individual.

Al igual que en otros aspectos de las drogodependencias, en la inserción social se han iniciado importantes y novedosos marcos de actuación, haciendo frente no sólo al desempleo sino al mantenimiento en el empleo. El objetivo radicará en crear o dar al tratamiento un enfoque más globalizador que se enfoca más allá de la intervención sanitaria o terapéutica.

El hecho de que la adicción sea un problema crónico que, en cualquier momento, puede generar una recaída, implica en muchas ocasiones resistencias por parte de los empleadores. Por ello es necesario el uso de metodologías específicas diseñadas, desde el comienzo, del tratamiento. Los mismos enfoques psico-sanitario o judicial demuestran cierta pobreza para comprender la verdadera problemática de la drogodependencia en su totalidad.
Por otra parte, es importante tener presente que la inserción del adicto no sólo debe orientarse al área laboral, sino también a sus espacios de ocio, sus hobbies, y su acceso a la cultura.

Objetivos

  • Laboral. Es necesario una incorporación al mercado de trabajo, bien de una forma progresiva (prácticas, trabajo tutelado, becas, etc.) o de forma directa (por cuenta propia o por contrato). Lo importante es que se inicie al trabajo y, en segundo lugar, como hemos dicho al principio, que se mantenga en él. Todo ello basando nuestras actuaciones en una premisa fundamental: el índice de empleabilidad. En ocasiones no todos los pacientes son “empleables”.
  • Económico. Es necesario un salario, una contraprestación o un subsidio. El usuario necesita el dinero para integrarse en una sociedad de consumo. Si no se contempla este factor el tratamiento podría tender al más absoluto fracaso. Para el ocio se necesita dinero, para ir a trabajar también. La inserción en el plano económico está unida al aprendizaje de estrategias para el correcto uso del dinero, estableciendo prioridades en el consumo.
  • Emocional. Lo difícil no es estar sólo, sino saber estar a solas. Desde el trabajo para la aceptación de uno mismo se puede iniciar el proceso para entablar nuevas relaciones emocionales.
  • Relacional. Alcanzar una red social sana, con amistades nuevas y recuperación de algunas de las antiguas será esencial para mantener unos niveles de autorregulación que faciliten el mantenimiento de la abstinencia por parte del paciente.

La finalidad de todo ello es alcanzar experiencias satisfactorias, enriquecer las relaciones sociales y asumir conocimientos acerca de la enfermedad, así como normas culturales. Para ello, el terapeuta ha de evitar cualquier elemento disgregador en el proceso de reinserción. Su actitud ha de ser integradora y socializadora.
Pero también es necesaria una predisposición política y social. No olvidemos que la reinserción social sólo se consigue con la sociedad a la que debemos pedir una evolución en sus actitudes y en sus comportamientos para alcanzar esas mentalidades que llamamos sociales.

El taller individualizado de búsqueda activa de empleo y tiempo libre

Para ello en Aeda Steps contamos con el Taller individualizado de búsqueda activa de empleo y tiempo libre, que se caracteriza por:

  • Ofrecer una formación ocupacional
  • Propiciar recorridos culturales
  • Realizar talleres pre-elabórales
  • Fomentar la motivación y la autoestima del paciente

Todas estas acciones están encaminadas a informar y motivar al paciente para que alcance una incorporación laboral y una buena utilización de sus espacios de ocio.

El desarrollo del Taller consta de varias fases:

  • Diseño, en coordinación con el paciente, de un itinerario personalizado de incorporación, adaptado a su entorno laboral y social de referencia. Para ello, el paciente comienza por responder a algunas preguntas claves: ¿En qué quiero trabajar o participar? ¿En qué puedo trabajar?
    ¿En qué puedo participar? ¿Qué tengo que conseguir para poder trabajar o participar?
  • Aprendizaje de técnicas de búsqueda de empleo y habilidades para el afrontamiento de sus demandas (puntualidad, respeto, integración con el resto de los compañeros, cumplimiento del horario laboral, etc.)
  • Búsqueda activa de empleo o de recursos especializados en ocio, poniendo en funcionamiento todos los instrumentos y habilidades necesarios. Ello incluiría una adecuación del currículum al trabajo seleccionado, contemplando la posibilidad de conocer o ampliar conocimientos del sector, la preparación para la entrevista por medio de simulaciones.

Una vez el paciente ha logrado acceder a un puesto de trabajo es muy importante que continúe asistiendo a los grupos de seguimiento durante algún tiempo, tanto para transmitir su experiencia a los nuevos pacientes, como para mantener las habilidades y los aprendizajes obtenidos.

Duración aproximada

1 mes

 
Objetivo general

Promover recursos personales específicos en el usuario para facilitar su inserción social.

Objetivos específicos
  • Adquirir recursos específicos para gestionar una situación de búsqueda activa de empleo.
  • Consolidar las relaciones sociales establecidas en niveles anteriores.
  • Mantener y/o diversificar las actividades de ocio y tiempo libre.
  • Afianzar el adecuado desenvolvimiento en el núcleo familiar.
  • Aplicar los aprendizajes adquiridos en contextos sociales de convivencia normalizados
Actividades para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de Paso.
  • Grupo de verificación, mínimo 1 vez por semana.
  • Taller de búsqueda activa de empleo (según calendarización mensual).
  • Grupo de encuentro, al menos semanal.
  • Seminarios formativos-informativos/Talleres, con carácter quincenal, con los siguientes temas: instrumentos terapéuticos del Paso 5, emociones y sentimientos, prevención de recaídas, valores, tiempo libre, negociación sexo más seguro, juegos emocionales, etc.
  • Grupo unifamiliar, uno en el nivel y tantos extraordinarios como sean necesarios.
  • Intervenciones específicas, según necesidades del usuario.
  • Coloquios individuales, uno al menos en el Paso y tantos como se estimen necesarios.
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana.
  • Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana.
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de Paso y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Contrato y firma del mismo, a los 5 días de entrar a grupo P-5 del usuario.
Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de Paso, se informa al equipo y el usuario accede al Paso 5, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el Terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del Paso 5.

En la firma del contrato, el Terapeuta le entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Paso 5.

 
Coloquios individuales
  • El Terapeuta del Paso es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
  • Como mínimo realizará 1 coloquio en el Paso, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
  • Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
  • El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
  • Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.
Intervenciones
  • Cuando el Terapeuta del Paso estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en el formulario de proceso del usuario de BioWik.
  • Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso, en la carpeta del usuario de BioWik.
  • Durante de las intervenciones el Terapeuta del Paso realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.
Actividades grupales
  • Grupo de verificación (que se registra en el formulario de registro de proceso de BioWik).
  • Grupo de encuentro.
  • Seminarios / Talleres formativos-informativo
  • Grupo unifamiliar
Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios de la fase son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (1 vez a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta del Paso o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana). Es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
Responsabilidades
  • El Terapeuta del Paso 5 es el responsable de realizar los grupos de seguimiento con las familias y, en casos imprevistos, se asignará en la reunión de Equipo el Terapeuta encargado de realizar el seguimiento semanalmente.
  • El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo.
  • El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la autoayuda es de asistencia.
  • Terapeuta del Paso 5 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).

Paso 6. Prevención de recaídas

Descripción

Alan Marlatt y su grupo (Addictive Behaviors Research Center, de la Universidad de Washington) han estudiado extensamente los procesos psicológicos que intervinienen en una recaída (Marlatt y Gordon, 1985).

La prevención de recaídas está fundamentada en los principios de la teoría del aprendizaje social (Bandura, 1986) y combina procedimientos conductuales de entrenamiento en habilidades, la terapia cognitiva y el reequilibrio del estilo de vida (Marlatt, 1993). Este modelo ha sido posteriormente aplicado a diferentes tipos de trastornos, como problemas de control de impulsos (sexualidad compulsiva) y conductas impulsivas agresivas (violadores, abuso de niños (Laws, 1989)), adicciones químicas como la adicción al tabaco (Shiffman y otros, 1985) o al alcohol (Donovan y Chaney, 1985; McCrady y otros, 1985) y adicciones conductuales como los trastornos de la alimentación (Sternberg, 1985).

La prevención de recaídas es un programa de autocontrol diseñado con el fin de ayudar a los individuos a anticipar y afrontar los problemas de recaída en el cambio de las conductas adictivas (Marlatt, 1993). Está basado en el supuesto de que las causas de un hábito adictivo y los factores que intervienen en el proceso de cambio conductual de dicho hábito están gobernados y mediatizados por principios diferentes.

El cambio del hábito adictivo implica tres etapas básicas:

  • Etapa 1: Establecimiento de un compromiso y motivación para el cambio. Son necesarias la participación del sujeto y su compromiso personal para el cambio.
  • Etapa 2: Instauración del cambio. En la primera fase (instauración del cambio o tratamiento) el sujeto, después de tomar la decisión de cambiar, aprende una serie de estrategias de autocontrol y las lleva a cabo a fin de conseguir la abstinencia. Se requiere una participación lo más activa posible por parte de la persona puesto que tiene que aprender y practicar las estrategias de autocontrol.
  • Etapa 3: Mantenimiento del cambio a largo plazo. Aprendidas las estrategias de autocontrol, es necesario que se mantenga un nuevo estilo de vida para que la abstinencia se mantenga. Se considera igualmente importante el desarrollo de una actitud constante de “vigilancia cognitiva”, esto es, de una actitud exploradora constante tanto de las posibles situaciones de alto riesgo que van apareciendo en el día a día, como de las “decisiones aparentemente irrelevantes” que conllevan sutiles cambios conductuales. Es fácil que dichos cambios pasen desapercibidos, y podrían desembocar en una recaída. En general hemos de decir que a los pacientes les resulta más sencillo lograr la abstinencia que el mantenimiento de la misma durante un largo período de tiempo.

En este modelo, la recaída se percibe como un “proceso transitorio”, que podría conducir al paciente a la misma situación que tenía antes de comenzar el tratamiento, o bien podría resolverse de forma rápida, continuando con el período de abstinencia (Marlatt, 1985a). En lugar de entender la recaída como un punto muerto, el enfoque de Prevención de recaídas la percibe como una bifurcación en el camino, con una vía que vuelve al problema conductual previo y la otra continúa en la dirección del cambio positivo (Brownell y otros, 1986).

Para Marlatt (1985) son tres los factores cognitivos que interactúan en el proceso de recaída:

  • La autoeficacia está relacionada con la capacidad para afrontar las situaciones de alto riesgo con éxito, y está determinada por la historia personal de éxitos y fracasos, la observación, la influencia de los demás y los estados de activación emocional. Cuando el sujeto posee un alto grado de autoeficacia para afrontar una situación de alto riesgo la probabilidad de recaer disminuye, mientras que si la persona tiene un grado bajo de autoeficacia la probabilidad de iniciar un proceso de recaída aumenta.
  • Las expectativas de los efectos de la sustancia. Aquellos sujetos que tengan unas expectativas positivas acerca de los efectos del consumo presentan una mayor probabilidad de recaída que los que tienen unas expectativas menos positivas o negativas.
  • La atribución de la causalidad respecto a un consumo. Es decir, la percepción que tiene el sujeto de la causa que provocó el primer consumo, después de un período de abstinencia. Cuando la atribución del consumo se hace a factores estables, internos y globales, la probabilidad de recaída será mayor que si la atribución se realiza a variables inestables, externas y específicas. Este modelo resalta la importancia de las situaciones de alto riesgo para la recaída y aporta además una categorización de estas. Las situaciones de alto riesgo pueden ser interpersonales e intrapersonales. Las interpersonales son las situaciones de conflicto interpersonal, las situaciones de presión social y los estados emocionales positivos o momentos agradables con otros sujetos. Las situaciones intrapersonales tienen que ver con los estados emocionales negativos, los estados físicos negativos, los estados emocionales positivos, “ponerse a prueba” y el deseo de consumo (craving).

Según Marlatt (1993) después de una experiencia de fallo, el individuo experimentará, probablemente, una disminución de su autoeficacia, asociada frecuentemente con una sensación de desamparo y una tendencia a rendirse pasivamente ante la situación. Frases como, “es inútil, no puedo evitarlo”, representan una reacción frecuente. Para explicar esta reacción ante la transgresión de un requisito categórico, se ha postulado un mecanismo denominado “efecto de la violación de la abstinencia” o EVA (Marlatt y Gordon, 1985). Antes del primer fallo, el individuo se ha comprometido personalmente con un período de abstinencia, ya sea indefinido o limitado. La intensidad del EVA variará en función de diversos factores, incluyendo el grado de compromiso anterior o esfuerzo realizado para mantener la abstinencia, la duración del período de abstinencia (cuanto más largo sea el intervalo, mayor será el efecto) y el valor subjetivo o importancia de la conducta prohibida para el individuo. Planteamos la hipótesis de que el EVA se caracteriza por dos elementos cognitivo-afectivos clave: la disonancia cognitiva (conflicto y culpa) y un efecto de atribución personal (culpar al yo como causa de la recaída), Marlatt (1993).

En un análisis de 311 episodios iniciales de recaída obtenidos de pacientes con diversos problemas conductuales (adictos a heroína, problemas con la bebida, tabaco, juego patológico o ingesta excesiva de comida), Cummings, Gordon y Marlatt (1980) identificaron tres situaciones principales de alto riesgo que se asociaban con casi tres cuartas partes de todas las recaídas:

  • Estados emocionales negativos (en el 35% de todas las recaídas de la muestra). Situaciones en las que el individuo experimenta un estado emocional o de humor, negativo, o un sentimiento como, por ejemplo, frustración, ira, ansiedad, depresión, aburrimiento, etc., antes o al mismo tiempo que la ocurrencia del primer consumo.
  • Conflictos interpersonales (en el 16% de las recaídas). Situaciones que incluyen un conflicto actual o relativamente reciente, asociado con cualquier relación interpersonal, como el matrimonio, una amistad, los miembros de la familia o relaciones de trabajo. En esta categoría, se producen, con frecuencia, enfrentamientos interpersonales.
  • Presión social (en el 20% de la muestra) situaciones en las que el individuo responde a la influencia de otra persona o grupo de sujetos que ejercen presión sobre él para que realice la conducta indeseada. La presión social puede ser tanto directa (contacto interpersonal directo con persuasión verbal) como indirecta (p.ej., estando en presencia de otras personas que están involucradas en la misma conducta, incluso cuando no se ejerce presión directa).

Tabla de contenidos

¿En qué consiste el tratamiento Aeda Steps?

Programa educativo-terapéutico de deshabituación, rehabilitación y reinserción social para personas con adicciones, constituido por tres fases de intervención, con estructura y organización de comunidad terapéutica y/o centro ambulatorio.

1. Objetivo general

El objetivo general del tratamiento consiste en facilitar un proceso de cambio integral para favorecer la autonomía personal en todos los ámbitos y su integración en la sociedad.

2. Itinerarios

El programa contempla 4 itinerarios:

  1. Itinerario de estancia completa: Programa educativo terapéutico de CT general, con apoyo residencial en todo o parte del proceso, con utilización de servicio residencial de UDR. Posibilidad de seguimiento posterior en programa ambulatorio de reinserción.

Tiempo previsto: 7- 9 meses.

  1. Itinerario de estancia intermedia: Realización de algunas fases del programa educativo terapéutico general, con algunas o todas las actividades de este, con apoyo residencial en todo o parte del proceso. Posibilidad de seguimiento posterior en programa ambulatorio. Tiempo previsto: 4-6 meses.
  1. Itinerario de corta estancia: Realización de alguna fase concreta del programa educativo terapéutico general con apoyo residencial de UDR y posterior seguimiento en programa ambulatorio. Tiempo previsto: 2-3 meses.
  1. Itinerario ambulatorio: A nivel terapéutico se puede plantear cualquier itinerario de los mencionados anteriormente, pero realizando el proceso en alojamiento propio.

3. Análisis previos

3.1. Registro previo del objetivo de vida

Cuando un paciente adicto acude a un centro de tratamiento no suele hacerlo por casualidad. Lo habitual es que haya pasado semanas, meses o años planteándose pedir ayuda. El primero de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos reza: “Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”. Pero aceptar esto, aceptar que tiene una enfermedad, es algo realmente difícil. De modo que, la persona que recibe a este paciente en un primer momento ha de ser consciente de ellos. Muchas veces la rutina del día a día nos lleva a olvidar esta realidad.

En esas primeras conversaciones con el paciente, es muy importante conocerlo. Conocer su estilo de vida previo a la etapa de consumo, durante la etapa de consumo, y saber qué le ha motivado a dar finalmente para pedir ayuda.

Por mi experiencia creo que, en estas primeras conversaciones, el paciente no suele ser muy honesto, sobre todo si le preguntamos por aspectos que le avergüenzan, como la cantidad de sustancia psicoactiva que consumía, o si ha cometido delitos. Este tipo de preguntas tan personales requieren un poco más de confianza, de modo que es más aconsejable, en mi opinión, centrarse especialmente en sus motivaciones, qué quiere lograr, ¿la abstinencia completa, o una reducción de daños?, ¿quiere que participe su familia en el tratamiento? ¿le gustaría ingresar o bien hacer un tratamiento ambulatorio? Y una pregunta muy importante que hemos de tener en cuenta a la hora de desarrollar el itinerario terapéutico: ¿Hacia dónde le gustaría enfocar su vida?

En este sentido, es muy importante que escriba de su puño y letra, en el registro pertinente, sus objetivos para el futuro, sus metas, ¿a dónde le gustaría llegar con el proceso que va a comenzar?

Tal vez, si logra realizar el tratamiento completo, en la última reunión podamos volver a consultar este registro y mostrárselo, y valorar entonces en qué medida ha alcanzado sus objetivos, y cómo ha cambiado todo a lo largo del proceso.

3.2. Análisis de factores de riesgo y de protección

Determinar cómo comienza y cómo progresa el abuso de las drogas constituye uno de los esfuerzos clave para el diseño de las campañas de prevención y el enfoque de los tratamientos.

Existen factores que pueden aumentar el riesgo de que una persona abuse de las sustancias psicoactivas (factores de riesgo). y otros que pueden disminuir este riesgo (factores de protección). Estos factores son diferentes para cada persona. Además, no todo aquellos que tienen un alto riesgo de abusar de las sustancias psicoactivas acaban haciéndolo.

También existe un análisis de los factores de riesgo y de protección a lo largo del tratamiento, que determina las posibilidades y las potenciales causas de que la persona recaiga o abandone la terapia antes de lograr sus objetivos, así como los factores que facilitarán que alcance una abstinencia estable en el tiempo.

Una meta importante de la prevención es cambiar el balance entre los factores de riesgo y los de protección de manera que los factores de protección excedan a los de riesgo.

Fue Elisardo Becoña Iglesias, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad de Santiago de Compostela, uno de los autores que mejor ha analizado los factores de riesgo y de protección de los pacientes adictos. A continuación, presentamos los factores más habituales que él identificó:

En el área individual

Factores de Riesgo

Factores de Protección

  • Factores biológicos: genéticos, biológicos -referidos al sexo y edad-, constitucionales (ej., dolor o enfermedad crónica).
  • Factores psicológicos y conductuales: psicopatologías, trastorno de conducta y problemas de salud mental, depresión, Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, Trastorno de conducta, conducta antisocial, alienación y rebeldía, agresividad, consumo temprano de drogas, consecuencias del abuso físico, sexual o emocional, actitudes favorables hacia el consumo de drogas, ausencia de valores ético-morales.
  • Rasgos de personalidad: búsqueda de sensaciones, personalidad antisocial.
  • Actitudes: rebeldía, actitudes favorables al comportamiento antisocial y al consumo de drogas.
  • Escasa percepción del riesgo vinculada al consumo.
  • Comienzo temprano de comportamientos problemáticos
  • Autocontrol
  • Religiosidad
  • Creencia en el orden social
  • Habilidades sociales
  • Creencia en la propia autoeficacia
  • Habilidades para adaptarse a las circunstancias cambiantes
  • Orientación social positiva
  • Aspiraciones de futuro
  • Inteligencia
  • Resiliencia
  • Creencia en el orden moral, es decir, tener claro lo que está bien y lo que está mal.
En el área familiar

Una correcta identificación de los factores de riesgo y de protección en la familia será decisivo para prevenir futuros problemas a lo largo del tratamiento. 

Factores de Riesgo

Factores de Protección

  • Falta de supervisión de los padres
  • Presencia de familiares que también consumen sustancias psicoactivas
  • Presencia de familiares que mantienen alianzas con el paciente y que, quizá, guardarían el secreto de un consumo.
  • Familiares que se benefician actualmente de la situación de dependencia del paciente puesto que, de ese modo, no llega a poder independizarse, y así les hace compañía.
  • Familiares para los que la enfermedad del paciente se ha convertido en su razón de existir, y si este se recuperara, se quedaría sin motivo para levantarse cada día, etc.
  • Conflicto familiar
  • Actitudes de los padres favorables a la conducta antisocial
  • Escasa disciplina y supervisión
  • Excesiva rigidez en la aplicación de las normas.
  • Supervisión de los padres
  • Pautas familiares que fortalecen el apego
  • Oportunidades para la implicación en la familia
  • Creencias saludables y claros estándares de conducta
  • Altas expectativas parentales
  • Un sentido de confianza positivo
  • Dinámica familiar positiva

Todos estos factores han de ser identificados y trabajados a lo largo del tratamiento para que no acaben por sabotearlo.

En el área social y el entorno

Factores de Riesgo

Factores de Protección

  • Consumo de drogas por parte de los amigos
  • Actitudes favorables de los compañeros hacia el consumo de drogas
  • Rechazo por parte de los iguales
  • Interacción con iguales antisociales
  • Implicación en bandas
  • Recompensas por el comportamiento antisocial 
  • Deprivación económica y social
  • Desorganización comunitaria
  • Los cambios y movilidad de lugar
  • Las creencias, normas y leyes de la comunidad favorables hacia el consumo de drogas
  • La disponibilidad y accesibilidad a las drogas
  • La percepción social del riesgo de cada sustancia
  • Oportunidades para la implicación en la comunidad de forma constructiva
  • Recompensas por dicha implicación
  • Religiosidad
  • Apego a los iguales que no consumen drogas
  • Asociación con iguales que están implicados en actividades organizadas en la escuela, recreativas, de ayuda, religiosas u otras
  • Resistencia a la presión de los iguales, especialmente a las negativas
  • No ser fácilmente influenciable por los iguales
  • Sistema de apoyo externo positivo
  • Oportunidades para participar como un miembro activo de la comunidad (oportunidades y refuerzos)
  • Descenso de la accesibilidad de la sustancia
  • Normas culturales que proporcionan altas expectativas para los jóvenes
  • Redes sociales y sistemas de apoyo dentro de la comunidad
  • Incluimos también en este apartado la importancia de una buena identificación de los recursos sociales que existen en el entorno del paciente

En esta área es muy importante contar con el apoyo de los programas de ayudas sociales, asociaciones, centros deportivos, etc.

Aprovechar los recursos del entorno es un importante factor a tener en cuenta que, además, incidirá determinantemente a la hora de que el paciente modifique su grupo de iguales, y sus relaciones sociales, en busca de entornos más sanos.

De igual modo, es clave el trabajo en red por parte de los profesionales implicados en el tratamiento del paciente cuando éste realiza otros tratamientos o tiene acceso a otros servicios de la comunidad. La creación de canales de comunicación y coordinación a través de informes periódicos u otros sistemas permitirá evitar redundancias y mensajes contradictorios entre los diferentes especialistas. Además, evitará la posibilidad de que el paciente trate de manipular u ocultar información en los diferentes foros.

3.3. Fases en la evolución del paciente

Normalmente la evolución del paciente desde que realiza la demanda va a transcurrir por una serie de fases a medida que la intervención psicoterapéutica se vaya desarrollando:

  1. Fase de negación. Es bastante frecuente que el paciente acuda al centro de tratamiento presionado por personas o situaciones apremiantes (familia, enfermedades más o menos graves, amenazas laborales, etc.) y que no admita que el consumo de sustancias psicoactivas sea un problema para él, reconociendo solo algún que otro exceso, pero afirmando que puede controlarlo sin mayores dificultades y que, además, no hace nada que no hagan el resto de los mortales. No hay, pues, un reconocimiento de problemas psicológicos relacionados con la dependencia, se muestra resistente al cambio, se justifica. Además, se siente incapaz de imaginar una vida sin la sustancia psicoactiva y no encuentra alternativas para afrontar su realidad.
  2. Fase de reacciones depresivas. Hace poco que ha dejado de consumir sustancias psicoactivas y ha de afrontar una realidad que estás han enmascarado. Se siente inseguro, débil, incapaz por no poder encontrar soluciones válidas a sus problemas relacionales, familiares, laborales, económicos, sociales o sexuales que le cargan de culpabilidad y de angustia. Su sensación de incapacidad frente a la capacidad de los demás le lleva a un estado psicológico puede resultar peligroso para él y para el tratamiento, independientemente de que puedan existir posibilidades de autolisis.
  3. Fase comunicacional. En esta fase el paciente comienza a soltarse y explicarse, narrando con más facilidad sus aventuras, sus sensaciones de invulnerabilidad con respecto a la sustancia psicoactiva, sus dificultades personales, los conflictos familiares que ha vivido, los engaños… El paciente ha ido saliendo del aislamiento que le producía el consumo. Poco a poco, y con menor ansiedad, va tomando conciencia de su enfermedad, de su dependencia. Asume una situación personal más o menos equilibrada y menos omnipotente, más realista y menos fantasiosa.
  4. Fase de profundización. Siente la necesidad y también comienza a ser capaz de hablar acerca de su problema, de su esclavitud y sufrimientos, también de sus gratos momentos, eufóricos y de fiesta, de problemas físicos y psicológicos. Puede mostrar su vida, sus errores y aciertos a otros compañeros del grupo terapéutico.
  5. Fase de aceptación. Se ha producido, o está a punto de hacerlo una interiorización, una asunción libre de su dependencia, de su enfermedad, además de una progresiva habilidad para afrontar acontecimientos y conflictos sin excesiva ansiedad. Mejora su capacidad para reflexionar, para buscar soluciones y tomar decisiones. Desarrolla una actitud más responsable, hábitos más saludables, los pensamientos referentes al consumo van disminuyendo y ya no tiene que recurrir a ellos para protegerse. Su “no” definitivo al tóxico es asumido internamente y de forma tranquila. La abstinencia no pesa, siente satisfacción por haber vencido la dependencia.
 

3.4. Tipos de dinámicas terapéuticas

Terapia grupal

La intervención terapéutica a través de la creación de grupos de autoayuda viene determinada por la necesidad de potenciar las intervenciones que son desarrolladas por el Equipo Terapéutico en el proceso de deshabituación con la intención de obtener la máxima eficacia posible. Requisitos:
Conseguir un grupo homogéneo mediante una selección previa basada en entrevistas.
Las incorporaciones han de ocurrir siempre después de los pacientes hayan concluido la fase de desintoxicación y se encuentren realizando un proceso estable sin recaídas.
El grupo ha de ser conducido por un terapeuta y un coterapeuta.
La asistencia regular al grupo por parte de los pacientes ha de ser obligatoria.
Han de respetarse los horarios y la dinámica grupal.
La existencia del grupo ha de ser de entre 6 meses y 1 año aproximadamente.
La duración del grupo ha de ser entre 60 y 120 minutos.
El número máximo de participantes no ha de ser superior a 10.
Es recomendable la existencia de grupos de pacientes, grupos de familiares, grupos de parejas y grupos mixtos.

Tipos de grupos:

  • Grupos informativos, en los que se informa acerca de qué es una adicción, cuáles son sus consecuencias, las estrategias de afrontamiento, etc. En estos puede emplearse material de apoyo como textos, audiovisuales, etc.
  • Grupos de discusión y análisis, donde se aborda la responsabilidad, las motivaciones, la presión para consumir, etc.
  • Grupos de autoayuda, donde se comparten creencias, se analizan creencias irracionales, se proponen estrategias para el manejo de la ansiedad, se programan actividades, se entrenan habilidades interpersonales, se desarrollan técnicas de resolución de problemas y toma de decisiones.
  • Grupos de familia, donde se analiza el modelo familiar de cada paciente, sus posibles disfunciones, su codependencia, y se tratan de reestructurar dichas pautas.
  • Grupos de prevención de recaídas, donde se analiza el proceso de la recaída, los factores de riesgo y las señales de aviso, las consecuencias de la violación de la abstinencia, se entrenan estrategias cognitivas de afrontamiento, se desarrolla una reconstrucción cognitiva

La psicoterapia grupal permite que el paciente tome conciencia de su enfermedad, aprenda a vivir sin la sustancia psicoactiva, se informe, en profundidad, de lo que significa la adicción, aprenda a identificar factores generales y personales de riesgo, así como a desarrollar conductas alternativas al consumo. Contribuye a que se exterioricen los sentimientos y las emociones, a identificar los mitos y creencias irracionales y sustituirlas por otras más lógicas y racionales, a mejorar la capacidad para relacionarse, a entender que la adicción no se trata de un vicio sino de una enfermedad de la cual no son culpables, con lo que mejora la autoestima. Propicia el aprendizaje vicario de hábitos y de formas de pensamiento más adaptativos. Implica un compromiso grupal de responsabilidad y respeto, y permite el desarrollo de roles más satisfactorios.

Terapia familiar y de pareja

El contacto inicial con las sustancias psicoactivas suele llevar primero a un uso y luego a un abuso, originándose en la preadolescencia o adolescencia. Esta etapa evolutiva constituye, en sí misma, un factor de riesgo puesto que se trata de un período de cambio de valores y creencias en el que resulta habitual experimentar de nuevas conductas, el joven busca autoafirmar su personalidad, se modifican las relaciones intrafamiliares y sociales, y la persona se prepara para la independencia en todos los sentidos.
Se diferencian tres etapas en el joven adicto:
Consumo de sustancias legales, tales como alcohol y tabaco que no suelen ocasionar demasiados conflictos familiares.
Utilización de marihuana y hachís influida por el grupo de iguales que sí va a producir alguna que otra inquietud, siempre que no supongan excesos.
A medida que el abuso se torna más regular sí aparecen conflictos con la familia.
En cuanto a las actitudes más frecuentes en los padres, solemos encontrar a una madre sobreprotectora, permisiva, simbiótica y posesiva, mientras que el padre tiende a mostrarse distante, débil, ausente y autoritario, La identificación de estas actitudes y su tratamiento desde la intervención psicoterapéutica resultará enormemente beneficiosa para la evolución del paciente. Para ello, el terapeuta deberá:
Desculpabilizar la familia o la pareja, colocando el acento en sus fortalezas y no en sus debilidades.
Reducir los focos generadores de estrés y ansiedad en la familia.
Potenciar la motivación para el cambio de cada uno de sus miembros, reforzando los éxitos que se vayan alcanzando
Modelar y estructurar las resistencias que se produzcan al tratamiento, trabajar la permisividad, la negación de conductas negativas, la de solución de conflictos y justificaciones,

Demostrar las distorsiones y conflictos graves que producen determinadas jerarquías y alianzas.
Aumentar la capacidad de análisis y de compromiso.
Mejorar la efectividad en las relaciones emocionales.

4. Pasos del tratamiento

El tratamiento de un paciente adicto consta, a grandes rasgos, de tres fases:

  1. Desintoxicación: paliación del daño físico, oferta de alternativas y de recursos, e intervenciones inmediatas.
  2. Deshabituación: toma de conciencia, acercamiento a recursos específicos, intervención ante los efectos negativos tanto físicos, psíquicos y sociales.
  3. Reinserción: integración del usuario en el entramado social normalizado y mantenimiento del usuario dentro de dicho entramado, considerando que en ocasiones puede retroceder y es necesario intervenir nuevamente.

La división en etapas del Método de Tratamiento Aeda contempla estas 3 etapas, pero también añade algunos momentos extra a lo largo del proceso, quedando establecido como sigue.

4.1. Paso 1. Análisis funcional

La llegada del paciente ante el equipo técnico puede tener orígenes diversos, sin embargo, el terapeuta que vaya a realizar el análisis funcional ha de contar con buenas habilidades interpersonales para motivar al paciente. En este caso, resulta relevante la actitud terapéutica de escucha, respeto, comprensión, seguridad y firmeza.

Este primer análisis funcional constituye un momento importante en el que se debe de considerar qué tipo de paciente vamos a atender y que cuál es su tipo de adicción. Se trata de una persona que durante mucho tiempo ha ocultado o negado su dependencia, ha intentado minimizar sus efectos o, tal vez, está indecisa y, ahora, va a entrar en un proceso de toma de conciencia de su adicción. Tal vez su familia le haya justificado en muchas de sus actuaciones, tal vez no hayan podido o sabido reconocer su problema y probablemente aparecerán nuevos obstáculos a lo largo del tratamiento. De cualquier manera, comienza un arduo camino que va a exigir lo mejor de cada profesional.

Determinemos, en primer lugar, en qué estadio se encuentra el paciente en base a su motivación para el cambio:

  • Estadio Pre-contemplativo (Pre-consciencia)

No hay conducta adictiva o la hay muy débil, tampoco la conducta y estilo de vida adictivos representan un problema, considera solamente los aspectos reforzantes y gratificantes más intensos e importantes que los negativos. No existe autocrítica ni autoevaluación. Acuden presionados y si desaparece la presión, desaparecen ellos. No se contempla, pues, seriamente el cambio, pudiendo estar en esta indecisión un cierto tiempo (aproximadamente hacia seis meses), estando a la defensiva con resistencias más o menos fuertes.

  1. Estadio contemplativo (Consciencia)

Se da cuenta de que existe un problema, dudando acerca de si dejar de consumir o reducir consumo, no ha desarrollado decisión, compromiso firme, no se ha planteado firmemente cambiar el estilo de vida siendo consciente de las consecuencias negativas de su conducta adictiva. Positivo y negativo en cuanto a planteamientos se han estabilizado. Reflexiona seriamente durante más tiempo, con muchas menos resistencias, pero todavía ambivalentes. Siguen deshojando la margarita cognitiva. Es decir, siguen su labor reflexiva, pero sin pasar a la acción práctica.

  • Estadio de acción

El paciente cambia de conductas observables y no observables, igual que sus pensamientos y condiciones ambientales. Demuestran conductualmente una disminución de conductas de consumo y de creencias y valores respecto de este mundo. Puede consolidarse un compromiso importante apareciendo fases de abstinencia y conductas más saludables.

  • Estadio de Mantenimiento (Deshabituación)

La conducta adictiva ya no se produce, se consolida el proceso rehabilitador. Conserva y consolida logros conseguidos, también estilos de vida.

  • Estadio de Rehabilitación

Se ha producido la extinción de la conducta adictiva y mantiene nuevos patrones conductuales.

  • Estadio de recaída

Se ha producido algún fallo en alguna estrategia de estabilización y mantenimiento. Es importante superar posibles sentimientos de fracaso, culpa y frustración (en el supuesto de que no haya sido consciente y planificada). Puede verse afectado el sentido de eficacia personal, autoestima. Interesa la participación y el aprendizaje de un programa de Prevención de Recaídas.

 

Una vez identificado el estadio en el que se encuentra el paciente, hemos de prestar atención al tipo de demanda que suelen realizar tanto los pacientes como sus familias:

  • Demandas caracterizadas por la urgencia y ansiedad que presionan para que un hábito crónico sea solucionado rápidamente.
  • Demanda de tratamiento basada en el miedo a que los familiares o la pareja le abandonen.
  • Demandas de tratamiento confusas puesto que el paciente no reconoce tener una adicción, le quita importancia, se encuentra ambivalente ante el consumo, culpa a los demás de su problema (actitud proyectiva), oculta los hechos que no encajan con su versión, etc.
  • Demandas de tratamiento realizadas por motivos secundarios, relacionados con la medicación, con temas judiciales o laborales, etc.

Teniendo en cuenta esto, es importante que el terapeuta sepa actuar sin aceptar imposiciones, ni urgencias, teniendo en cuenta que apresurarse implica grandes fracasos con gran probabilidad. El paciente adicto suele autoengañarse y justificarse, llegando incluso al extremo de abandonar el consumo por un cierto tiempo para demostrar su capacidad de control. Por lo tanto, las recomendaciones para que el terapeuta comience el tratamiento son las siguientes:

  • Acercarse progresivamente al objetivo de abstinencia.
  • Establecer una relación de mutuo respeto y escucha, una relación empática tanto con el paciente como con sus familiares.
  • Motivar al paciente y determinar objetivos de cambio para el tratamiento.
  • No moralizar ni juzgar durante la intervención, sino acompañarle y orientarle.
  • No emplear conceptos absolutos, sino concretos y claros. No etiquetarle.
  • Fomentar la responsabilidad con el tratamiento en el paciente respetando el contrato terapéutico.
  • Informar objetivamente del plan terapéutico.
  • Establecer el contrato terapéutico que especifica responsabilidades y exigencias de todas las partes.
  • En función de la evolución del caso se procederá al alta terapéutica o serán fijados otros criterios consensuados entre el equipo técnico y el paciente.
Instrumentos empleados durante el Análisis funcional
  1. Registro de autorización de datos. Hoja de notificación individual de admisión a tratamiento por drogodependencias perteneciente al sistema autonómico de información sobre Toxicomanías. Contempla: datos personales, sustancias consumidas, tiempos de consumo, antecedentes, motivos, plan de tratamiento, etc.
  2. Historia clínica. Valora y examina parcelas de la vida del paciente que pueden ser significativas en relación con la conducta adictiva. Destacan, entre otros puntos, los datos biográficos, socioeconómicos, los antecedentes personales y familiares, la pato-biografía, el análisis toxicológico, el análisis funcional de la conducta adictiva, la historia toxicológica y las exploraciones, etc.
Objetivos generales
  • Identificar la estructura interna del paciente (pensamientos, emociones, comportamientos, etc.), en la estructura familiar y de pareja y en lo grupal como representación de lo social.
  • Lograr una adaptación del individuo al estado de abstinencia, tanto a nivel físico como psíquico; abandonando progresivamente los hábitos asociados al consumo y sustituyéndolos por otros en dónde realmente sí tenga libertad de decisión y actuación, frutos de una nueva forma de vida más autónoma e independiente.
Objetivos específicos
  • Adquisición de una conciencia de enfermedad (dependencia)
  • Aceptación del programa terapéutico
  • Aceptación de la intervención interdisciplinar
  • Aceptación y firma de contrato terapéutico por paciente y familia
  • Inicio de un nuevo estilo de vida deteriorado por el consumo alcohólico
  • Aprendizaje de nuevas habilidades cognitivas: capacidad de observación, analítica, resolución de conflictos y toma de decisiones
  • Aprendizaje de habilidades interactivas-relacionales

4.2. Paso 2. El cambio conductual

Descripción del trabajo a nivel conductual

Resulta muy curioso el modo en que las personas reaccionamos ante ciertos estímulos que sólo son significativos para nosotros mismos. Imaginemos que caminamos por la calle y, de pronto, el peculiar sonido de una motocicleta que cruza a lo lejos nos genera una potente reacción fisiológica, alterando nuestro ritmo cardíaco, nuestra respiración, y nos hace conectar inmediatamente con un recuerdo muy personal. Lo mismo puede ocurrir al identificar un perfume entre la multitud, o al leer una palabra en un muro de la ciudad.
Efectivamente, los humanos generamos un tipo de aprendizajes, denominados asociativos y que, una vez grabados en nuestro recuerdo, se comportan de una manera muy parecida a los reflejos. Es decir, nos provocan respuestas automáticas, involuntarias, e inmediatas, y tienen un carácter eminentemente emocional. Sin embargo, no somos los únicos en crear este tipo de asociaciones. Otros animales, como los perros y los gatos, también lo hacen.
En el estudio de estos mecanismos primitivos, destacó el médico norteamericano Paul MacLean, quien fue el primero en identificar las áreas cerebrales relacionadas con la regulación de los elementos básicos para la supervivencia y los instintos básicos. Les llamó cerebro reptiliano y cerebro paleomamífero, y corresponden al tallo encefálico y al sistema límbico respectivamente. Mientras la corteza cerebral, se encarga de funciones superiores, razonamientos abstractos, cálculos matemáticos y deducciones complejas, existe un núcleo en nuestro cerebro que procesa los instintos básicos.
Por su parte, y refiriéndonos ya específicamente a aquel aprendizaje asociativo del que hablábamos al inicio, el fisiólogo ruso ganador del Premio Nobel Iván Petróvich Pávlov, designó con el término “condicionamiento clásico” al modo en el que nuestra mente es capaz de enlazar poderosamente un estímulo cualquiera a una reacción fisiológica. Para demostrarlo, acostumbró a un perro a recibir comida pocos segundos después de hacer sonar una campanilla. Posteriormente y, según cuentan por casualidad, observó que el perro comenzaba a salivar nada más escuchar el familiar sonido de la campanilla, a pesar de que en aquella ocasión no se le proporcionara alimento alguno. Y este condicionamiento se mantenía por algún tiempo.
Las implicaciones de este tipo de asociaciones son fundamentales en nuestra vida. A la hora de analizar las conductas adictivas, por ejemplo, observamos que muchas personas experimentan deseos de fumar un cigarro cuando terminan la jornada laboral. Otros asocian el consumo de cocaína a estilos musicales específicos. En otras áreas, hay quienes sienten náuseas ante el olor a gasolina porque lo vinculan a viajes interminables por carreteras de curvas.
Pese a todo, gracias a la enorme plasticidad de nuestra mente, también podemos reaprender, y generar nuevas asociaciones más sanas.

Centrándonos más específicamente en nuestro tratamiento, hemos de tener en cuenta que el objetivo de la etapa conductual consiste en romper con el proceso de dependencia biopsicosocial y contemplar nuevas formas de vida interna y social sin consumo de alcohol. Puede prolongarse desde más o menos seis meses hasta el año aproximadamente, pudiendo efectuarse en régimen ambulatorio.
La psicoterapia va dirigida a lo más profundo, al núcleo de la personalidad del paciente, a que descubra que no puede continuar con la eterna ambivalencia “quiero ayuda / quiero un trago”. Resulta fundamental aclarar que no existen soluciones rápidas ni mágicas, que el trabajo terapéutico tiene su evolución, esfuerzo y coste que debe ser asumido por las distintas partes implicadas, que no hay que culpabilizar a nadie, pero sí responsabilizarse activamente de la intervención aceptando que sea el terapeuta quien la conduzca.
Han de afrontarse las resistencias y justificaciones del paciente, los chantajes, ocultamientos, aplazamientos en el mantenimiento de la abstinencia, etc.

 

Técnicas conductuales
  1. Técnica de programación y control de la actividad, mediante la cual se efectúan actividades prosociales (servicios comunitarios, hobbies, etc.). el proceso de control se realiza mediante inventario de Actividades.
  2. Técnica de aprendizaje de habilidades asertivas a través del entrenamiento en roles, modelado, escucha activa y asertiva, auto- verbalizaciones, etc.
  3. Técnicas de afrontamiento: se aprenden frases y pensamientos para afrontar situaciones de riesgo empleándose auto-refuerzos y técnicas de relajación como respuestas adaptativas de afrontamiento.
  4. Técnicas de resolución de problemas y toma de decisiones, que capacitan al paciente para resolver diversas situaciones difíciles por medio de la identificación clara y precisa del problema, la propuesta de nuevas alternativas para afrontarlo, la valoración de dichas alternativas en base a los pros y los contras de cada una de ellas, la elección de la estrategia óptima, su aplicación y el análisis de las consecuencias.
  5. Técnicas de manejo de ansiedad y desensibilización sistemática para lograr que ésta no bloquee las capacidades y habilidades del sujeto.
  6. Técnicas de prevención de recaídas mediante el desarrollo del autocontrol y la identificación de estímulos internos y externos (nerviosismo, ira, tensión, frustración, etc.), el aumento de la conciencia de problema, la reducción de las posibles exposiciones al consumo.

 

Duración aproximada

1-2 meses

Objetivo general

Tomar distancia del ambiente y la cultura que haya favorecido la conducta adictiva

Objetivos específicos
  • Limitar la exposición a estímulos asociados a la conducta adictiva
  • Fomentar hábitos de vida saludable y socialmente responsables
  • Desarrollar un sentido de pertenencia a grupo dentro de una dinámica de autoayuda
  • Implicar al núcleo familiar como coterapeuta en el proceso del paciente
Actividades para usuarios
  • Grupo de psicoterapia, 1 por semana
  • Seminario formativo-informativo/Taller, 1 por semana, con los siguientes temas, sin carácter exclusivo ni excluyente: autoayuda y confrontación, normas y responsabilidades, proceso en Aeda, comunicación, ansiedad, enfermedades infectocontagiosas, habilidades sociales
  • Sesiones individuales de proceso, mínimo 1 y tantos extraordinarios como necesite
  • Intervenciones terapéuticas específicas
  • Actividades deportivas/culturales, quincenalmente
Instrumentos psicométricos empleados
  • Europasi, a los 15-30 días de entrada a grupo
  • Test Millon, idéntica calendarización
  • Entrevista abierta, idem
  • Historia Psicosocial, Idem
  • Contrato y firma del mismo, a los 15 días de entrar a grupo
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Convivencia de “La Responsabilidad”
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana
  • Grupo de psicoterapia, una vez por semana
  • Seminarios, uno al mes (proceso en Aeda, normas y responsabilidades, comunicación, etc.)
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen
  • Contrato y firma del mismo, a los 15 días de entrar a grupo
  • Coloquios familiares, como mínimo 1, y tantos como se precisen según las necesidades
Itinerario

Una vez que el usuario finaliza el paso de Análisis funcional, accede al Paso 2: El cambio conductual, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios, actividades, así como presentarle al equipo terapéutico y a los otros usuarios.
En el ingreso, el terapeuta le entrega al usuario las normas, límites y responsabilidades de este paso.

El terapeuta del Paso 2 es responsable de presentar al usuario y a su familia al Coordinador del programa.

Contrato

Antes de pasados quince días de su incorporación, el terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico. Cuando se firma el contrato se debe autorizar el uso de datos, a través del formulario, que se adjunta al contrato.

Estudio del caso

Entre los quince y treinta primeros días desde su incorporación, se deberá realizar al usuario: el Europasi, test Millon (test validado) y la entrevista abierta. La realización es responsabilidad del terapeuta asignado en la reunión de Equipo.
Con la información recogida con estos tres instrumentos, el terapeuta asignado realiza la Historia Psicosocial, antes de pasada una semana.
El terapeuta asignado pasa los resultados del Europasi a la base de datos BioWik, antes de pasada una semana desde la realización del test.
Es responsabilidad del terapeuta del Paso 2 velar porque los Europasi y demás instrumentos estén al día, así como transmitir en la reunión de equipo los próximos usuarios a los que se les debe realizar los test.
Mensualmente, el Coordinador de Comunidad terapéutica comprueba que los Europasi y demás instrumentos están al día, reflejándose en el acta de reunión de Equipo. Los test que falten por realizar son planificados por el Coordinador, asignando responsable y plazo (que no podrá exceder de una semana).

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 2 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará un coloquio en este paso, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
Los coloquios pueden ser a propuesta del terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

Intervenciones

Cuando el terapeuta del Paso 2 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el terapeuta del Paso 2.
Dentro de las intervenciones el terapeuta del Paso 2 realizará cuantos coloquios de reflexión sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

Actividades grupales
  • Grupos de psicoterapia.
  • Seminarios / Talleres.
  • Grupos unifamiliares.
  • Salidas deportivas, culturales y lúdicas.
Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios del Paso 2 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (2 veces a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en el LIBRETA DE SEGUIMIENTO, por parte del terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de nivel o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana)
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
El terapeuta de familias o en su defecto el terapeuta del Paso 2 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).
Es responsabilidad del terapeuta del Paso 2 o del Terapeuta de Familia (según se decida en la reunión de Equipo) realizar los coloquios con la familia, dejando constancia en la Hoja de Proceso. Como mínimo deberá hacer uno en el Paso 2 y tantos como sean necesarios a propuesta del Terapeuta o petición de la familia.

4.3. Paso 3. El cambio cognitivo

 
Descripción de la terapia cognitiva

Desde la psicología cognitiva, el tratamiento de la dependencia a cualquier sustancia se apoya en una serie de estímulos y refuerzos condicionados que actúan como mediadores internos de conducta. Así, la tarea del terapeuta consiste en:

  • Fomentar y desarrollar el pensamiento lógico-racional, objetivo y adaptativo lo máximo posible, identificando ideas, creencias y estructuras de ambas, emociones y sentimientos, valores y conductas irracionales, atribuciones causales erróneas, pensamientos distorsionados, etc.
  • Abordar la intervención en base a estrategias y técnicas que permitan modificar la estructura de pensamiento y posibilitar así conductas adictivas, generando alternativas positivas, eficaces e incompatibles con situaciones de riesgo (Programa evitación de recaídas). Nuevas formas para procesar la información y analizarla.
  • Provocar cambios a través de nuevos mecanismos de pensamiento que posibiliten superar la dependencia y modificar el estilo de vida.
  • Identificar, reestructurar y modificar creencias e ideas irracionales que puedan aumentar el craving o deseo irrefrenable de consumir (“Soy un desastre, no sirvo para nada”, “Es imposible resistir, son muchas recaídas”, “Me rindo, no voy a poder, me tientan”.
  • Afrontar adaptativamente los estados de afecto desagradable (ira, ansiedad, desesperanza) con técnicas racional-emotivas.
  • Identificar estímulos y situaciones que inciten al consumo, también llamadas, situaciones de riesgo.
  • Conocer las técnicas de manejo de ansiedad, de tolerancia a la frustración, de resistencia a la presión de grupo.
  • Aprendizaje de técnicas de Control de Impulsos.

Causas de una adicción desde los modelos cognitivos

El proceso de la adicción puede desarrollarse por diferentes vías según la psicología cognitiva:

  • Refuerzos positivos del consumo: obtención de placer, euforia, desinhibición, seguridad, tranquilidad, productividad, etc.
  • Refuerzos negativos del consumo: olvidar conflictos, aliviar la ansiedad, gestionar el cansancio o el aburrimiento, gestionar desengaños, tolerar el estrés, etc.
  • Marcada impulsividad.
  • Hipersensibilidad con fuertes actitudes manipuladoras.
  • Sensibilidad especial hacia sentimientos y emociones desagradables, poca motivación para controlar la conducta, mayor importancia de la satisfacción inmediata, patrón no reflexivo.
Técnicas Cognitivas

La utilización de técnicas cognitivas nos va a permitir establecer objetivos a medio y largo plazo mediante una evaluación de las ventajas y desventajas que proporcionará la abstinencia. Posteriormente habrán de buscarse formas satisfactorias de afrontar los problemas reales y los sentimientos desagradables del paciente sin tener que volver al consumo. Para ello existen unas técnicas útiles:

a) Técnica de la discusión y análisis de los pensamientos y conductas que el paciente ha dejado en segundo plano desde que inicio el consumo: afectos, emociones y relaciones sociales que ha perdido

El paciente ha de generar opciones y soluciones. Hemos de tener en cuenta que los pensamientos adictivos, al igual que otros pensamientos irracionales, suelen ser automáticos, no conscientes y ejecutados de manera continua. Además, son resistentes al cambio porque las conexiones entre sus pensamientos sus emociones y sus sentimientos han creado un hábito. Tomar conciencia de estos patrones automatizados resulta fundamental para transformarlos por otros más adaptativos. Esto se lleva a cabo mediante un proceso que contempla 4 momentos:

  1. Se identifican las creencias irracionales del paciente mediante un registro diario de pensamientos.
  2. Se crea un estado de disonancia cognitiva en los pacientes a través de evidencias lógicas que cuestionen sus creencias irracionales. El terapeuta demuestra cómo los pensamientos negativos o creencias irracionales son disfuncionales y tienen consecuencias negativas.
  3. El terapeuta motiva al paciente a desarrollar nuevos modos de pensar, nuevas creencias más racionales que le propicien consecuencias más satisfactorias.
  4. Se ponen a prueba estas nuevas creencias aplicándolas conductualmente.

Estas 4 etapas pueden alcanzarse más fácilmente mediante las siguientes estrategias cognitivas:

  • Cuestionar la evidencia.
  • Eliminar el negativismo.
  • Convertir la adversidad en ventaja.
  • Retribución: explicaciones más precisas de los acontecimientos.
  • Paradoja/exageración: es llevar a una idea a su conclusión más absurda, más extrema.
b) Técnica de exposición imaginaria

Consiste en trata de reproducir mentalmente condiciones estimulantes que puedan producir craving y repasar con el paciente técnicas de control a cada uno de estos estímulos (formas de rechazo a ofertas de consumo, imaginar estados de ansiedad y alternativas a estos, utilizar tarjetas con instrucciones jerarquizadas e incompatibles, entrene en debatir razones para consumir y refutar estas con razones para no consumir. Practicar nuevas creencias y valores más positivos.

c) Asignarse auto-refuerzos por los logros alcanzados.
d) Exposición en vivo o imaginaria con el terapeuta a estímulos de alto riesgo
e) Entrenamiento en habilidades de posicionamiento imaginando formas de decir no al consumo.

 

Duración aproximada

2 meses

Objetivo general

Facilitar y promover el proceso personal de motivación para el cambio de los usuarios y usuarias.

Objetivos específicos
  • Tomar conciencia de que el problema no es sólo la adicción, sino que se sitúa en la persona y en su posibilidad de cambio.
  • Propiciar el restablecimiento de las relaciones familiares mediante hábitos de comunicación
  • Iniciar relaciones con personas que no estén vinculadas al ambiente de consumo de drogas.
  • Conocer los recursos y alternativas deportivas, lúdicas y culturales de su entorno e integrarse en aquellas que le interese.
  • Fomentar una reestructuración a nivel cognitivo.
  • Fomentar el desarrollo de las capacidades y recursos personales tales como, habilidades sociales, resolución de conflictos, control emocional, etc.
Actividades para usuarios
  • Actividades
  • Para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de nivel
  • Grupo de psicoterapia, como mínimo 3 veces por semana
  • Grupo de Encuentro, al menos una vez por semana
  • Seminario formativo-informativo/taller, una vez por semana, por ejemplo, sin carácter exclusivo ni excluyente: Proceso en Aeda, Pensamientos irracionales, autoestima I y II, Sentido de las programaciones de fin de semana, Sexo más seguro, habilidades sociales, etc.
  • Convivencias de la honestidad y de la familia
  • Anamnesis personal
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Coloquios individuales de proceso, mínimo 1 y tantos extraordinarios como necesite
  • Intervenciones terapéuticas específicas, según necesidades del usuario
  • Actividad deportiva/cultural, quincenalmente
  • Autovaloración personal y confrontación en grupo de esta (preferiblemente una semana antes de cambiar de nivel)
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, 2 veces por semana
  • Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana
  • Un Seminario, al mes (el proceso en Aeda, sentido de las programaciones de F/S, ansiedad, etc.)
  • Anamnesis familiar
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen
  • Contrato y firma del mismo, a los 5 días de entrar a grupo P3 del usuario
  • Coloquios familiares, como mínimo 2, y tantos como se precisen según las necesidades.
Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de nivel, se informa al equipo y el usuario accede al Paso 3, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el terapeuta de Paso 3 firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del Paso 3.
En la firma del contrato, el terapeuta entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Paso 3.

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 3 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará 3 coloquios en el Paso 3, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

Anamnesis personal

Al mes de estancia en el Paso 3, el terapeuta del Paso 3 le propondrá que elija al terapeuta con el que quiere realizar la anamnesis personal.
Una vez elegido el terapeuta, éste concretará con el usuario fecha y hora para realizar la anamnesis, habiendo de quedar concluida en el mes siguiente, quedando registrada en el formulario.

Intervenciones

Cuando el Terapeuta de Paso 3 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similares que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso 3 en la carpeta del usuario.
Dentro de las intervenciones el Terapeuta del Paso 3 realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

Actividades grupales
  • Grupo de psicoterapia
  • Grupo de Encuentro
  • Seminario / Taller formativo-informativo
  • Convivencias de la honestidad y de la familia
  • Grupo unifamiliar
  • Salida deportiva/cultural, una vez por semana
  • Grupo de confrontación de la Autovaloración personal.

El terapeuta del Paso 3 es responsable de proponer a la reunión de equipo las fechas de realización de las convivencias, grupos de alcohol, grupos de confrontación de autovaloración personal, así como unifamiliares y cambios de nivel.

Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios de Paso 3 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (2 veces a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de Paso o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana). Es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

Terapeuta de Paso 3 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).
En un plazo de un mes del ingreso del usuario en el Paso 3, el terapeuta de familias o en su defecto el terapeuta del Paso 3 deberá realizar la anamnesis familiar (historia familiar), con las personas de la familia de origen y con las de la familia adquirida, si la tuviese, quedando registrada en BioWik.
Es responsabilidad del Terapeuta de familias o en su defecto del terapeuta del Paso 3 velar por que las historias familiares estén al día.
Mensualmente, el Coordinador de Comunidad Terapéutica comprueba que las historias familiares están al día, reflejándose en el acta de reunión de Equipo. Las historias que falten por realizar son planificadas por el Coordinador, asignando responsable y plazo (que no podrá exceder de dos semanas).
Es responsabilidad del Terapeuta del Paso 3 o del Terapeuta de Familia (según se decida en la reunión de Equipo) realizar los coloquios con la familia, dejando constancia en la Hoja de Proceso de BioWik. Como mínimo deberá hacer dos en el Paso 3 y tantos como sean necesarios a propuesta del Terapeuta o petición de la familia.

4.4. Paso 4. El cambio afectivo-emotivo

Duración aproximada

3-4 meses

Objetivo general

Profundizar en el autoconocimiento para facilitar el crecimiento personal y la prevención de recaídas.

Objetivos específicos
  • Profundizar en la problemática histórica para determinar de qué forma sus dificultades actuales están condicionadas por sus experiencias pasadas.
  • Facilitar el manejo de estrategias específicas de prevención de recaídas.
  • Aprender a identificar, manejar y expresar adecuadamente sus sentimientos y emociones
  • Aprender a respetar las emociones y sentimientos de los demás
  • Iniciar una vivencia en valores mediante la convivencia diaria con los demás, para el establecimiento de su propia escala de valores
  • Aumentar la red social de amigos
  • Ocupar de forma adecuada y satisfactoria el tiempo libre
  • Iniciar, en caso de necesidad, una formación profesional ocupacional.
  • Normalizar la dinámica y las relaciones familiares
Actividades para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de nivel
  • Grupo de verificación, una vez por semana
  • Grupo de encuentro, al menos semanal
  • Grupo dinámico, una vez por semana
  • Grupo histórico, mínimo uno a lo largo del proceso en el Paso 4, y los que precise el usuario según valoración previa del equipo terapéutico
  • Grupo temático de alcohol
  • Seminarios formativos-informativos/Talleres, con carácter quincenal, con los siguientes temas: instrumentos terapéuticos el Paso 4, emociones y sentimientos, prevención de recaídas, valores, tiempo libre,negociación sexo más seguro, juegos emocionales, etc.
  • Convivencias de las necesidades y de la sexualidad
  • Grupo unifamiliar, uno en el nivel y tantos extraordinarios como sean necesarios
  • Autovaloración y grupo confrontación de esta, antes de pasar de nivel
  • Papel de sentimientos en la caja, tantas veces como lo precisen los usuarios
  • Intervenciones específicas, según necesidades del usuario
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana
    Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana
    Un Seminario al mes (emociones y sentimientos, comunicación, etc.).
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de nivel y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Contrato y firma del mismo, a los 3 días de entrar a grupo P-4 del usuario.
  • Coloquios familiares, como mínimo 2, y tantos como se precisen según las necesidades.

 

Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de nivel, se informa al equipo y el usuario accede al P-4, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

 

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el Terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del P-4.
En la firma del contrato, el Terapeuta le entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Nivel II de la Fase de tratamiento y deshabituación.

 

Coloquios individuales

El Terapeuta del Paso 4 es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
Como mínimo realizará 6 coloquios en el Paso 4, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.

Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.

 

Intervenciones

Cuando el Terapeuta de Paso 4 estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en la hoja de proceso del usuario.
Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso 4, en la carpeta del usuario.
Dentro de las intervenciones el Terapeuta del Paso 4 realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.

 

Actividades grupales
  • Grupo de psicoterapia, que se registra en el formulario de Hoja de registro de proceso de BioWik.
  • Grupo de verificación, que se registra en el formulario de Hoja de registro de proceso de BioWik.
  • Grupo de encuentro.
  • Grupo dinámico.
  • Grupo histórico.
  • Grupo temático de alcohol.
  • Seminarios / Talleres formativos-informativos.
  • Convivencias de las necesidades y de la sexualidad.
  • Grupo unifamiliar.

 

Autovaloración y grupo confrontación de ésta (F-23 P-3)

Es responsabilidad del terapeuta del Paso 4 proponer al equipo las fechas de realización de grupos históricos, grupos de alcohol, convivencias, grupos unifamiliares, encuentros familiares/de pareja y grupos de confrontación de autovaloraciones.

 

Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios del Paso 4 son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (1 vez a la semana). El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta de nivel o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana).
  • Seminarios y talleres con carácter quincenal.

El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.

El Terapeuta del Paso 4 es el responsable de realizar los grupos de seguimiento con las familias y, en casos imprevistos, se asignará en la reunión de Equipo el Terapeuta encargado de realizar el seguimiento semanalmente.

El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo.

El Terapeuta del Paso 4 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).

4.5. Paso 5. Prevención de recaídas

Descripción

La inserción del paciente adicto está directamente relacionada con la adquisición de un nivel formativo y de un empleo que le permitan alcanzar la autonomía. Sin embargo, son igualmente decisivos otros aspectos del desarrollo personal tales como el buen uso de las actividades de ocio o de tiempo libre, así como sus habilidades para relacionarse con grupos de iguales alejados del consumo de sustancias psicoactivas.
A nivel educativo, encontramos la formación inicial y reglada, la formación ocupacional y la formación continua. Todas ellas requieren de metodologías propias y adecuadas a las características idiosincráticas del paciente.

Los principales objetivos de esta etapa son:

  • Mejorar la capacidad de inserción del paciente.
  • Coordinar los programas de inserción del propio tratamiento con los de otros servicios externos (trabajo en red).
  • Evitar la discriminación (inclusión).
  • Adaptar las metodologías al paciente de forma individual.

Al igual que en otros aspectos de las drogodependencias, en la inserción social se han iniciado importantes y novedosos marcos de actuación, haciendo frente no sólo al desempleo sino al mantenimiento en el empleo. El objetivo radicará en crear o dar al tratamiento un enfoque más globalizador que se enfoca más allá de la intervención sanitaria o terapéutica.

El hecho de que la adicción sea un problema crónico que, en cualquier momento, puede generar una recaída, implica en muchas ocasiones resistencias por parte de los empleadores. Por ello es necesario el uso de metodologías específicas diseñadas, desde el comienzo, del tratamiento. Los mismos enfoques psico-sanitario o judicial demuestran cierta pobreza para comprender la verdadera problemática de la drogodependencia en su totalidad.
Por otra parte, es importante tener presente que la inserción del adicto no sólo debe orientarse al área laboral, sino también a sus espacios de ocio, sus hobbies, y su acceso a la cultura.

Objetivos

  • Laboral. Es necesario una incorporación al mercado de trabajo, bien de una forma progresiva (prácticas, trabajo tutelado, becas, etc.) o de forma directa (por cuenta propia o por contrato). Lo importante es que se inicie al trabajo y, en segundo lugar, como hemos dicho al principio, que se mantenga en él. Todo ello basando nuestras actuaciones en una premisa fundamental: el índice de empleabilidad. En ocasiones no todos los pacientes son “empleables”.
  • Económico. Es necesario un salario, una contraprestación o un subsidio. El usuario necesita el dinero para integrarse en una sociedad de consumo. Si no se contempla este factor el tratamiento podría tender al más absoluto fracaso. Para el ocio se necesita dinero, para ir a trabajar también. La inserción en el plano económico está unida al aprendizaje de estrategias para el correcto uso del dinero, estableciendo prioridades en el consumo.
  • Emocional. Lo difícil no es estar sólo, sino saber estar a solas. Desde el trabajo para la aceptación de uno mismo se puede iniciar el proceso para entablar nuevas relaciones emocionales.
  • Relacional. Alcanzar una red social sana, con amistades nuevas y recuperación de algunas de las antiguas será esencial para mantener unos niveles de autorregulación que faciliten el mantenimiento de la abstinencia por parte del paciente.

La finalidad de todo ello es alcanzar experiencias satisfactorias, enriquecer las relaciones sociales y asumir conocimientos acerca de la enfermedad, así como normas culturales. Para ello, el terapeuta ha de evitar cualquier elemento disgregador en el proceso de reinserción. Su actitud ha de ser integradora y socializadora.
Pero también es necesaria una predisposición política y social. No olvidemos que la reinserción social sólo se consigue con la sociedad a la que debemos pedir una evolución en sus actitudes y en sus comportamientos para alcanzar esas mentalidades que llamamos sociales.

El taller individualizado de búsqueda activa de empleo y tiempo libre

Para ello en Aeda Steps contamos con el Taller individualizado de búsqueda activa de empleo y tiempo libre, que se caracteriza por:

  • Ofrecer una formación ocupacional
  • Propiciar recorridos culturales
  • Realizar talleres pre-elabórales
  • Fomentar la motivación y la autoestima del paciente

Todas estas acciones están encaminadas a informar y motivar al paciente para que alcance una incorporación laboral y una buena utilización de sus espacios de ocio.

El desarrollo del Taller consta de varias fases:

  • Diseño, en coordinación con el paciente, de un itinerario personalizado de incorporación, adaptado a su entorno laboral y social de referencia. Para ello, el paciente comienza por responder a algunas preguntas claves: ¿En qué quiero trabajar o participar? ¿En qué puedo trabajar?
    ¿En qué puedo participar? ¿Qué tengo que conseguir para poder trabajar o participar?
  • Aprendizaje de técnicas de búsqueda de empleo y habilidades para el afrontamiento de sus demandas (puntualidad, respeto, integración con el resto de los compañeros, cumplimiento del horario laboral, etc.)
  • Búsqueda activa de empleo o de recursos especializados en ocio, poniendo en funcionamiento todos los instrumentos y habilidades necesarios. Ello incluiría una adecuación del currículum al trabajo seleccionado, contemplando la posibilidad de conocer o ampliar conocimientos del sector, la preparación para la entrevista por medio de simulaciones.

Una vez el paciente ha logrado acceder a un puesto de trabajo es muy importante que continúe asistiendo a los grupos de seguimiento durante algún tiempo, tanto para transmitir su experiencia a los nuevos pacientes, como para mantener las habilidades y los aprendizajes obtenidos.

Duración aproximada

1 mes

 
Objetivo general

Promover recursos personales específicos en el usuario para facilitar su inserción social.

Objetivos específicos
  • Adquirir recursos específicos para gestionar una situación de búsqueda activa de empleo.
  • Consolidar las relaciones sociales establecidas en niveles anteriores.
  • Mantener y/o diversificar las actividades de ocio y tiempo libre.
  • Afianzar el adecuado desenvolvimiento en el núcleo familiar.
  • Aplicar los aprendizajes adquiridos en contextos sociales de convivencia normalizados
Actividades para usuarios
  • Contrato y firma del mismo en los 5 días al cambio de Paso.
  • Grupo de verificación, mínimo 1 vez por semana.
  • Taller de búsqueda activa de empleo (según calendarización mensual).
  • Grupo de encuentro, al menos semanal.
  • Seminarios formativos-informativos/Talleres, con carácter quincenal, con los siguientes temas: instrumentos terapéuticos del Paso 5, emociones y sentimientos, prevención de recaídas, valores, tiempo libre, negociación sexo más seguro, juegos emocionales, etc.
  • Grupo unifamiliar, uno en el nivel y tantos extraordinarios como sean necesarios.
  • Intervenciones específicas, según necesidades del usuario.
  • Coloquios individuales, uno al menos en el Paso y tantos como se estimen necesarios.
Actividades para familias
  • Grupo de seguimiento, una vez por semana.
  • Grupo de psicoterapia, 1 vez por semana.
  • Grupo unifamiliar, uno como mínimo antes de cambiar de Paso y tantos extraordinarios como se precisen.
  • Contrato y firma del mismo, a los 5 días de entrar a grupo P-5 del usuario.
Itinerario

Una vez que el terapeuta valora junto con el usuario el cumplimiento de los criterios de cambio de Paso, se informa al equipo y el usuario accede al Paso 5, integrándose en las actividades grupales de dicho nivel.
Es responsabilidad del Terapeuta informar al usuario y a su familia en el día de su incorporación de los horarios y actividades.

Contrato

Antes de pasados cinco días de su incorporación, el Terapeuta firmará con el usuario y la persona de seguimiento el contrato terapéutico del Paso 5.

En la firma del contrato, el Terapeuta le entrega al usuario y a la persona de seguimiento las normas, límites y responsabilidades del Paso 5.

 
Coloquios individuales
  • El Terapeuta del Paso es responsable de llevar a cabo los coloquios individuales que el usuario necesite, con el objetivo de profundizar sobre sus dificultades y necesidades.
  • Como mínimo realizará 1 coloquio en el Paso, y tantos extraordinarios como requiera el usuario.
  • Los coloquios pueden ser a propuesta del Terapeuta o a petición del usuario.
  • El terapeuta planifica los coloquios de común acuerdo con el usuario, estableciendo día y hora.
  • Los coloquios los registra en la hoja de proceso del usuario.
Intervenciones
  • Cuando el Terapeuta del Paso estima oportuno la realización de una intervención, la lleva a cabo con el usuario, dejando constancia en el formulario de proceso del usuario de BioWik.
  • Las reflexiones o similar que el usuario realiza y documenta, son analizadas y guardadas por el Terapeuta del Paso, en la carpeta del usuario de BioWik.
  • Durante de las intervenciones el Terapeuta del Paso realizará cuantos coloquios individuales sean necesarios. Como mínimo hará uno al inicio de la intervención y uno al final.
Actividades grupales
  • Grupo de verificación (que se registra en el formulario de registro de proceso de BioWik).
  • Grupo de encuentro.
  • Seminarios / Talleres formativos-informativo
  • Grupo unifamiliar
Actividades con la familia

Las actividades con las familias de los usuarios de la fase son las siguientes:

  • Grupos de seguimiento (1 vez a la semana) El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo. El Terapeuta del Paso o la persona que designe entregará semanalmente a la familia el formulario para su cumplimentación.
  • Grupos de psicoterapia (1 vez a la semana). Es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la psicoterapia es de asistencia.
Responsabilidades
  • El Terapeuta del Paso 5 es el responsable de realizar los grupos de seguimiento con las familias y, en casos imprevistos, se asignará en la reunión de Equipo el Terapeuta encargado de realizar el seguimiento semanalmente.
  • El grupo de seguimiento queda registrado en el Formulario de seguimiento de BioWik, por parte del Terapeuta que realiza el grupo.
  • El grupo de psicoterapia es realizado por la persona designada en la reunión de Coordinadores, a propuesta del Equipo de Comunidad terapéutica. El registro de la autoayuda es de asistencia.
  • Terapeuta del Paso 5 es responsable de informar a las familias sobre la fecha de realización de los seminarios a los que deban asistir, con la suficiente antelación (mínimo dos días antes).

4.6. Paso 6. Prevención de recaídas

Descripción

Alan Marlatt y su grupo (Addictive Behaviors Research Center, de la Universidad de Washington) han estudiado extensamente los procesos psicológicos que intervinienen en una recaída (Marlatt y Gordon, 1985).

La prevención de recaídas está fundamentada en los principios de la teoría del aprendizaje social (Bandura, 1986) y combina procedimientos conductuales de entrenamiento en habilidades, la terapia cognitiva y el reequilibrio del estilo de vida (Marlatt, 1993). Este modelo ha sido posteriormente aplicado a diferentes tipos de trastornos, como problemas de control de impulsos (sexualidad compulsiva) y conductas impulsivas agresivas (violadores, abuso de niños (Laws, 1989)), adicciones químicas como la adicción al tabaco (Shiffman y otros, 1985) o al alcohol (Donovan y Chaney, 1985; McCrady y otros, 1985) y adicciones conductuales como los trastornos de la alimentación (Sternberg, 1985).

La prevención de recaídas es un programa de autocontrol diseñado con el fin de ayudar a los individuos a anticipar y afrontar los problemas de recaída en el cambio de las conductas adictivas (Marlatt, 1993). Está basado en el supuesto de que las causas de un hábito adictivo y los factores que intervienen en el proceso de cambio conductual de dicho hábito están gobernados y mediatizados por principios diferentes.

El cambio del hábito adictivo implica tres etapas básicas:

  • Etapa 1: Establecimiento de un compromiso y motivación para el cambio. Son necesarias la participación del sujeto y su compromiso personal para el cambio.
  • Etapa 2: Instauración del cambio. En la primera fase (instauración del cambio o tratamiento) el sujeto, después de tomar la decisión de cambiar, aprende una serie de estrategias de autocontrol y las lleva a cabo a fin de conseguir la abstinencia. Se requiere una participación lo más activa posible por parte de la persona puesto que tiene que aprender y practicar las estrategias de autocontrol.
  • Etapa 3: Mantenimiento del cambio a largo plazo. Aprendidas las estrategias de autocontrol, es necesario que se mantenga un nuevo estilo de vida para que la abstinencia se mantenga. Se considera igualmente importante el desarrollo de una actitud constante de “vigilancia cognitiva”, esto es, de una actitud exploradora constante tanto de las posibles situaciones de alto riesgo que van apareciendo en el día a día, como de las “decisiones aparentemente irrelevantes” que conllevan sutiles cambios conductuales. Es fácil que dichos cambios pasen desapercibidos, y podrían desembocar en una recaída. En general hemos de decir que a los pacientes les resulta más sencillo lograr la abstinencia que el mantenimiento de la misma durante un largo período de tiempo.

En este modelo, la recaída se percibe como un “proceso transitorio”, que podría conducir al paciente a la misma situación que tenía antes de comenzar el tratamiento, o bien podría resolverse de forma rápida, continuando con el período de abstinencia (Marlatt, 1985a). En lugar de entender la recaída como un punto muerto, el enfoque de Prevención de recaídas la percibe como una bifurcación en el camino, con una vía que vuelve al problema conductual previo y la otra continúa en la dirección del cambio positivo (Brownell y otros, 1986).

Para Marlatt (1985) son tres los factores cognitivos que interactúan en el proceso de recaída:

  • La autoeficacia está relacionada con la capacidad para afrontar las situaciones de alto riesgo con éxito, y está determinada por la historia personal de éxitos y fracasos, la observación, la influencia de los demás y los estados de activación emocional. Cuando el sujeto posee un alto grado de autoeficacia para afrontar una situación de alto riesgo la probabilidad de recaer disminuye, mientras que si la persona tiene un grado bajo de autoeficacia la probabilidad de iniciar un proceso de recaída aumenta.
  • Las expectativas de los efectos de la sustancia. Aquellos sujetos que tengan unas expectativas positivas acerca de los efectos del consumo presentan una mayor probabilidad de recaída que los que tienen unas expectativas menos positivas o negativas.
  • La atribución de la causalidad respecto a un consumo. Es decir, la percepción que tiene el sujeto de la causa que provocó el primer consumo, después de un período de abstinencia. Cuando la atribución del consumo se hace a factores estables, internos y globales, la probabilidad de recaída será mayor que si la atribución se realiza a variables inestables, externas y específicas. Este modelo resalta la importancia de las situaciones de alto riesgo para la recaída y aporta además una categorización de estas. Las situaciones de alto riesgo pueden ser interpersonales e intrapersonales. Las interpersonales son las situaciones de conflicto interpersonal, las situaciones de presión social y los estados emocionales positivos o momentos agradables con otros sujetos. Las situaciones intrapersonales tienen que ver con los estados emocionales negativos, los estados físicos negativos, los estados emocionales positivos, “ponerse a prueba” y el deseo de consumo (craving).

Según Marlatt (1993) después de una experiencia de fallo, el individuo experimentará, probablemente, una disminución de su autoeficacia, asociada frecuentemente con una sensación de desamparo y una tendencia a rendirse pasivamente ante la situación. Frases como, “es inútil, no puedo evitarlo”, representan una reacción frecuente. Para explicar esta reacción ante la transgresión de un requisito categórico, se ha postulado un mecanismo denominado “efecto de la violación de la abstinencia” o EVA (Marlatt y Gordon, 1985). Antes del primer fallo, el individuo se ha comprometido personalmente con un período de abstinencia, ya sea indefinido o limitado. La intensidad del EVA variará en función de diversos factores, incluyendo el grado de compromiso anterior o esfuerzo realizado para mantener la abstinencia, la duración del período de abstinencia (cuanto más largo sea el intervalo, mayor será el efecto) y el valor subjetivo o importancia de la conducta prohibida para el individuo. Planteamos la hipótesis de que el EVA se caracteriza por dos elementos cognitivo-afectivos clave: la disonancia cognitiva (conflicto y culpa) y un efecto de atribución personal (culpar al yo como causa de la recaída), Marlatt (1993).

En un análisis de 311 episodios iniciales de recaída obtenidos de pacientes con diversos problemas conductuales (adictos a heroína, problemas con la bebida, tabaco, juego patológico o ingesta excesiva de comida), Cummings, Gordon y Marlatt (1980) identificaron tres situaciones principales de alto riesgo que se asociaban con casi tres cuartas partes de todas las recaídas:

  • Estados emocionales negativos (en el 35% de todas las recaídas de la muestra). Situaciones en las que el individuo experimenta un estado emocional o de humor, negativo, o un sentimiento como, por ejemplo, frustración, ira, ansiedad, depresión, aburrimiento, etc., antes o al mismo tiempo que la ocurrencia del primer consumo.
  • Conflictos interpersonales (en el 16% de las recaídas). Situaciones que incluyen un conflicto actual o relativamente reciente, asociado con cualquier relación interpersonal, como el matrimonio, una amistad, los miembros de la familia o relaciones de trabajo. En esta categoría, se producen, con frecuencia, enfrentamientos interpersonales.
  • Presión social (en el 20% de la muestra) situaciones en las que el individuo responde a la influencia de otra persona o grupo de sujetos que ejercen presión sobre él para que realice la conducta indeseada. La presión social puede ser tanto directa (contacto interpersonal directo con persuasión verbal) como indirecta (p.ej., estando en presencia de otras personas que están involucradas en la misma conducta, incluso cuando no se ejerce presión directa).

4.7. Indicadores para la evaluación del tratamiento

La efectividad de las técnicas implementadas en el tratamiento se debe establecer antes, durante y después del mismo, por medio de indicadores que permitan medir si se están produciendo cambios significativos en el sujeto, en la familia y en la pareja. Para ello es recomendable:

  • Evaluar qué metas terapéuticas son relevantes para el tratamiento.
  • Seleccionar qué técnicas de tratamiento son las idóneas para alcanzar los objetivos del programa de intervención.
  • Neutralizar las variables distorsionadoras que puedan intervenir en el proceso, por ejemplo, si se produce un cambio encubierto de las expectativas del paciente que lo alejen del compromiso, si es necesario reforzar este interés o si se producen situaciones personales de mayor vulnerabilidad que pongan en peligro los compromisos.

 

Dichos cambios serán medidos y evaluados a través de los siguientes indicadores:

Indicadores de la motivación del paciente
  1. Se derrumba ante los primeros obstáculos.
  2. Cumple tareas, citas, participa y es activo.
  3. Afronta problemas con actitudes lábiles, condescendientes con el consumo propio o ajeno o por el contrario es riguroso.
  4. Falla en tareas, es impuntual, se justifica.
  5. Se esfuerza por crear opinión colectiva contraria al consumo con sus actitudes y conductas.
  6. Es manipulador.
  7. Manifiesta alguna reserva ante alguna prescripción contraria al consumo.
  8. Adopta actitudes pasivo-dependientes del tipo: “Vosotros sois quienes tenéis que resolver mi problema”.

 

Indicadores de la evolución cognitivo-conductual del paciente
  1. Es capaz de modificar la ejecución de respuestas que estaban condicionadas anteriormente, como la ansiedad ante la visión. imaginaria o no, de un consumo.
  2. Observa y registra la propia conducta.
  3. Ejecuta conductas incompatibles con el consumo y adaptativas.
  4. Discrimina las situaciones de riesgo.
  5. Es capaz de auto-reforzarse por la realización de conductas adaptativas.
  6. Influye en la modificación de estímulos internos y externos que pueden determinar la aparición de una conducta no pertinente.
  7. Elimina o limita espacios, tiempos y personas asociadas con posibles consumos.
  8. Ejecuta respuestas alternativas y contrarias a situaciones de estrés y ansiedad y posible consumo.
  9. Planifica y programa lo que va a hacer y evalúa lo que ha hecho de forma correcta.
  10. Registra sus pensamientos automáticos y creencias irracionales y efectos que producen.
  11. Utiliza falacias de control.
  12. Ante un problema o conflicto se detiene, analiza posibilidades, valora cada una de ellas y elige la mejor o mejores posibles.
  13. Ejecuta aficiones y conductas de afrontamiento ante problemas y conflictos.
  14. Desarrolla patrones de comunicación interpersonal más eficientes, de mayor interacción, negociación, defiende sus derechos.
  15. Su apariencia interna y externa son más satisfactorias: aspecto físico, psicológico y social.
  16. Ostenta un mayor nivel de competencias.

 

Indicadores de evolución en la terapia grupal
  1. Además del compromiso terapéutico individual, el paciente puede adquirir un compromiso social mediante un contrato grupal que rechace el consumo y posibilite la confrontación reflexiva y la convivencia a través de actitudes planificadas y realizadas para y por el grupo.
  2. Participa en las actividades del grupo.
  3. Colabora y coopera con los compañeros de grupo.
  4. Emplea adecuadamente su tiempo libre.
  5. Ha incrementado progresivamente el nivel de comunicación con los miembros del grupo.
  6. Acepta tranquilamente las críticas de sus compañeros.
  7. Acepta los compromisos de grupo.
  8. Cuestiona a sus compañeros para ayudarles a resolver sus problemas.
  9. Es capaz de respetar los derechos de los demás.
  10. Refuerza grupalmente el consumo de sustancias alternativas al alcohol.
  11. Conoce los aspectos básicos y consecuencias biopsicosociales de esta enfermedad.
  12. Identifica factores de riesgo grupales e individuales.
  13. Sabe evitar actitudes grupales favorables al consumo.
  14. Sabe desarrollar estrategias de resolución de problemas y toma de decisiones de carácter grupal.

 

Indicadores de la evolución del conflicto intrapsíquico del paciente
  1. Ha modificado algunas áreas determinadas de su estructura mental resolviendo sus perturbaciones derivadas de un conflicto intrapsíquico.
  2. Ha resuelto parcialmente algunas resistencias y ha fortalecido otras con la subsiguiente integración parcial de las pulsiones reprimidas previamente en el YO adulto, provocando una fortaleza del YO.
  3. Ha desarrollado el autoconocimiento de capacidades, limitaciones, necesidades y ha mejorado su autoestima.
  4. Ha aprendido a percibir los derechos y necesidades de los demás.
  5. Ha adquirido capacidades de compromiso y responsabilidad.
  6. Ha desarrollado capacidades de aceptación e interiorización de normas y roles.

 

Indicadores de la evolución de la terapia familiar y de pareja

La intervención en terapia familiar debe ir dirigida a que la familia descargue, en las sesiones, toda la fuerza que desencadenan las tensiones y conflictos subyacentes sus, frustraciones y sus esperanzas. Con ello podrá superar sus contradicciones y ambivalencias mediante el afrontamiento y la profundización podrán salir a la luz los graves problemas que les afectan.

  1. Se ha alcanzado un equilibrio en sus afectos.
  2. Se han reestructurado los roles y la estructura familiar y cada miembro está en su lugar generacional.
  3. La familia se ha reconciliado.
  4. Se han encontrado soluciones puntuales a las distintas dificultades.
  5. Se han identificado y superado las resistencias.
  6. El sistema de relación es distinto del que había al comienzo.
  7. Se comunican más y mejor los distintos componentes del sistema familiar, también subsistemas.
  8. Existen unos límites generacionales claros.
  9. Se ha eliminado la rigidez disfuncional, la autoridad es racional y lógica, existen normas explícitas y se respetan.

 

Indicadores de la eficacia del tratamiento

Tras el alta terapéutica, se debe efectuar un seguimiento de la situación del paciente, durante un período de entre 6 meses y 1 año aproximadamente. Este seguimiento se realiza mediante entrevistas con el paciente y con sus familiares y la realización de analíticas en caso de que así se acuerde. Resulta de mucha ayuda para evaluar la eficacia del tratamiento que realizó y su capacidad de adaptación a una vida ya sin el apoyo del equipo terapéutico.

Igualmente es importante tener en cuenta el porcentaje de pacientes que alcanzan el alta terapéutica a través del programa, puesto que este dato nos ofrecerá una visión objetiva de la eficacia del tratamiento.

De igual modo, conocer el porcentaje de abandonos terapéuticos durante el tratamiento nos permitirá enfocar los cambios y ajustes que se implementen en la estructura o las dinámicas programa.

4.8. Prevención para padres de adolescentes

La participación de los padres es determinante a la hora de prevenir el consumo de sustancias psicoactivas. El objetivo de las campañas de prevención radica en la adquisición de algunas destrezas que nos permitan, como padres, desarrollar estilos educativos que fomenten la prevención del consumo de sustancias psicoactivas en nuestros hijos.

La adicción es un problema cuya solución está en la familia. Esto no significa que los padres sean culpables de la adicción, como tampoco lo es el hijo. La adicción es una enfermedad que nadie elige.

Responsabilidades y derechos de los padres. ¿Qué significa ser padre?

Cuidar, proteger, estimular el desarrollo físico, psicológico, intelectual y espiritual del hijo. No se trata de ser el dueño (los hijos no son una propiedad), ni el jefe, ni el amigo. Se trata de ser un orientador auténtico.

Los hijos no nacieron para cumplir nuestros sueños, satisfacer nuestras vocaciones frustradas, nuestras expectativas, ser como nos hubiera gustado ser, ni tener todo lo que no tuvimos. Las referencias al pasado no tienen en cuenta su realidad.

Tampoco están para ocupar nuestro tiempo o dar sentido a nuestra vida. El rol de padre no debe asfixiar nuestro rol como persona ni como hombre o mujer.

No hace falta que, como padres, seamos perfectos, ni que conozcamos todas las respuestas. El joven ha de aprender a tomar sus propias decisiones, aunque con límites.

Límites vs manipulación
  • Toda relación conlleva una lucha de poder.
  • Todos manipulamos, especialmente a las figuras de poder.
  • Recordemos que los conflictos entre los padres favorecen el “ascenso” de los hijos (alianzas patológicas).
  • Los límites claros, por escrito, consensuados previamente, acordes al momento evolutivo del joven, contribuyen al desarrollo de su autocontrol.
  • Los límites han de tener consecuencias de incumplimiento, las cuales también deben de ser claras, consensuadas y por escrito.
  • Los límites evitan los conflictos.

 

El efecto de nuestras expectativas

Nuestras expectativas como padres para los hijos se venían generando desde antes de que ellos nacieran y van a determinar a nuestro hijo. ¿En qué medida?
RESUMEN: El joven debe alcanzar la autonomía. Los padres son orientadores.


Sustancias psicoactivas

Pueden ser depresoras, excitantes, psicodislépticas. En términos generales povocan falta de concentración, dificultades para el aprendizaje, para la memoria, para la lógica, cambios bruscos de carácter, irritabilidad, problemas alimentarios, de sueño, de conducta, interfieren en el desarrollo del joven, pueden detonar trastornos mentales graves (esquizofrenia).

 

La adicción

Se trata de una enfermedad mental crónica que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través de una conducta compulsiva (ya sea el consumo de sustancias psicoactivas, el uso excesivo del celular, de Internet, ingesta de alimentos excesiva, juego, etc.-), para aliviar la ansiedad.

La adicción enmascara un problema anterior y más profundo de la persona. Un problema que no se siente capaz de afrontar.


Otras características de la adicción son:

  • La incapacidad de controlar dicha conducta.
  • La dificultad para la abstinencia permanente.
  • El deseo imperioso de la práctica adictiva.
  • La disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta.
  • La afectación de las relaciones interpersonales, y una respuesta emocional disfuncional.
  • Generan tolerancia, dependencia física y dependencia psíquica.
  • Provocan una disminución en la calidad de vida del afectado (área académica, laboral, social, familiar o de pareja).
 
Clasificación de las Sustancias Psicoactivas

No existen drogas duras o blandas, y la clasificación en función de si son naturales o sintéticas tampoco es útil para abordar el tratamiento.

Según el efecto que generan en el SNC, tenemos:

  • Excitantes (activan SNC, dificultad para dormir, hiperactividad): cafeína, nicotina, cocaína, anfetaminas (éxtasis)
  • Depresoras (deprimen SNC, desinhibición, coma) : alcohol, opiáceos (heroína), benzodiacepinas
  • Psicodislépticas (alteran funcionamiento del SNC, distorsiones perceptivas, alucinaciones): LSD, marihuana, inhalantes, hongos.

Síntomas que pueden hacernos pensar que nuestro hijo está desarrollando alguna conducta adictiva o de que está en riesgo de desarrollarla:
  • Irritabilidad frecuente
  • Aumento de los conflictos
  • Cambios en los hábitos alimentarios
  • Cambios en los hábitos de sueño
  • Cambios de grupo de amigos
  • Problemas con los horarios de llegada a la casa por las noches o en los fines de semana.
  • Aumento del gasto económico en asuntos poco claros
  • Problemas escolares
  • Manifestación del interés por las SPA (en canciones, en redes sociales, en camisetas, etc.).
  • Síntomas físicos (pérdida de peso, ojos rojos, nariz congestionada, torpeza en el habla.
  • Uso de gotas para los ojos, chicle o caramelos para mejorar el aliento

¿Qué hacer?

Hablen con él/ella

Estilos de comunicación
  1. Coercitivo
  2. Permisivo
  3. Inconsistente
  4. Asertivo

 

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